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“Llevar peruanos a ver cine peruano es difícil”

“Si tuviera la capacidad económica de comprarme un auto de lujo no lo haría, pues mi trabajo como actor me exige estar en una combi, ver a la gente, conversar con ella. Si dejo de hacerlo, pierdo”, nos dice Giovanni Ciccia.

Foto: Nancy Dueñas
Foto: Nancy Dueñas

Giovanni Ciccia,Actor
Autor: Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com

Son días de mucho trabajo y satisfacciones para Giovanni Ciccia. Este jueves estrena Dúo, su nueva obra de teatro (Teatro Larco; Larco 1036, Miraflores) donde dirige a los inmensos Alberto Ísola y Gianfranco Brero. Además, este 11 de octubre se pone en escena Padre nuestro (CCPUCP, Camino Real 1075, San Isidro), la nueva obra de Mariana de Althaus, que lo tiene como protagonista. Y, como si esto fuera poco, este 17 de octubre se estrena El evangelio de la carne, la reciente película de Eduardo Mendoza, donde Ciccia interpreta a un policía en apuros. De todo esto y más hablamos en esta entrevista.

Has vuelto a trabajar con el cineasta Eduardo Mendoza…
He visto El evangelio de la carne dos veces. Lo raro es que nunca he visto las películas donde he actuado más de una vez, pero El evangelio… me ha encantado, he conectado con ella como público.

¿Esta cinta es un paso adelante en su carrera?
Esta es la cuarta película que hago con Eduardo –Mañana te cuento 1 y 2, Bolero de noche y ahora El Evangelio…–, pero siento que es su primera cinta en verdad personal. Mañana te cuento tenía un rollo más adolescente y sus pretensiones eran comerciales. Bolero de noche era un encargo: un guion mexicano que Eduardo modifica, hace suyo y lo filma. Pero, El Evangelio… es su gran sueño, su gran guion; por lo demás, un guion gigantesco que cuenta tres historias gigantescas, con una producción gigantesca y un presupuesto pequeñísimo.

¿Cómo se puede hacer una película ambiciosa con un presupuesto pequeño?
Con mucha pasión. Quienes nos involucramos en esto lo hacemos por amor al arte, no por intereses económicos porque el cine no maneja grandes presupuestos. Yo hago cine porque me gusta el proyecto, porque me gusta el guion, porque me gusta actuar. Si a alguien le gusta andar en un Mercedes Benz, bien por él, pero a mí me interesa hacer películas; más que ‘tener’ me interesa ‘crecer’ como ser humano.

¿Ni siquiera buscas prestigio?
Nunca he hecho un trabajo por prestigio, eso es una mala inversión; el prestigio se gana con trabajo. Yo escojo mis papeles por el placer de hacerlos, y porque siento que me conecto con su contenido. De Bolero… me sedujo interpretar a un músico. Fue un lujo hacer un personaje como ‘El trovador’, que estaba inspirado en Agustín Lara y donde se topaba con esta mujer loca, bohemia, moderna…

¿Has conocido mujeres así?
Varias veces… y he salido corriendo. Hay que salir corriendo, créeme, hay que cuidar la salud mental (risas). Es rico quedarse, pero solo un ratito; solo los viciosos se quedan, yo he tenido otros vicios (risas).

El evangelio… es una película bien limeña…
Toda la atmósfera de la película es limeña. Allí están la combi, el comedor popular, la procesión, las barras bravas, el terral, la calle, los cambistas… toda la cinta respira la Lima del siglo XXI. Quizás sea, desde Caídos del cielo, una nueva mirada a historias limeñas.

¿Está a la altura de Caídos del cielo, la película de ‘Pancho’ Lombardi?
Eso lo sabremos cuando la gente la vea, pero ganó un premio en el reciente Festival de Cine de Lima, el del público, que, para mí, es el más importante, el más honesto. Hace tiempo que una cinta peruana no obtenía esa distinción, y esto es bien importante porque el público peruano es muy duro con su cine; lo más difícil es llevar público peruano a ver cine peruano.

¿Qué fibras crees que moverá en la gente?
Es una película dura, que invita a la reflexión e identifica al público con los personajes que en ella aparecen. Es dramática y verla es una catarsis. Allí interpreto a un policía, quien vive una historia muy fuerte, difícil. Es un comandante que tiene a su esposa (Jimena Lindo) con una enfermedad desconocida y terminal. Por esta circunstancia y por otras más se mete en muchos problemas.

Has logrado reunir, después de 20 años, a Gianfranco Brero y a Alberto Ísola sobre un escenario…
Hoy tengo la edad que Alberto tenía cuando lo conocí, y ya lo admiraba mucho y hasta le tenía miedo (ríe); hoy somos amigos, compañeros de trabajo y compartimos pasiones similares. Gianfranco y Alberto tenían muchas ganas de juntarse y justo aparecí yo con Dúo, maravillosa obra argentina que, curiosamente, los vuelve a juntar en el teatro donde actuaron juntos por última vez: el Larco, que hoy manejamos mi socio David Carrillo y yo.

Y estarás en Padre nuestro, de Mariana de Althaus…
Es la catarsis más grande por la que he pasado: me subo al escenario a hablar de mí; es un homenaje a mi familia, pues gracias a ella soy lo que soy. Allí cuento cosas bacanes y no tan bacanes, como todos las hemos tenido, pero no he vivido cosas tan chocantes como para hacer un dramón. He sido, sí, bastante atrevido.

AUTOFICHA

– Soy un gran amigo de Alberto Ísola, Gianfranco Brero, Mariana de Althaus, David Carrillo… pero lo más lindo es llegar a casa y recibir el abrazo de tu familia.

– Caídos del cielo es una cinta muy limeña… y antes se hicieron Cuentos inmorales y Gregorio, buenos retratos de nuestra sociedad.

– El cine peruano se hace con poca plata, los actores peruanos no esperamos nuestra escena en la vereda o en un cafecito cercano, sin seguridad ni comodidad.


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