Carlos Carlín,Habla.Babas
Querido Gian Marco: Antes que nada, aprovecho para felicitarte por tus éxitos en el año moribundo y además desearte lo mejor en tu próxima residencia en EE.UU. Como siempre, te irá muy bien. Pero no quiero con esta carta reventarte más cohetes (menos ahora que sé que no te gustan). Lo que quiero es darte un consejito. Tú como yo hemos crecido bien sin celular y sin Internet, está claro que también podemos sobrevivir libres de Twitter y Facebook. Tú como yo tenemos familiares y amigos de carne y hueso a los que podemos recurrir cuando tengamos la necesidad o las ganas de compartir algo con alguien, por eso no existe razón alguna para contar en las redes sociales hasta el pedo que te tiras, menos aún si eres picón, y tú mi querido pelón eres recontra picón. Ya te pasó antes, cuando furioso publicaste que te habían despertado tocándote a golpes la puerta de la habitación donde dormías en un hotel de no sé dónde. Esa vez también te dijeron tu vida en colores, te picaste y amenazaste con dejar el mundo virtual, pero terco tú, regresaste y mira lo que te pasó. Quedaste peor que las chancletas del presidente Mujica. Siempre, mi querido pelón, habrá una sarta de gente esperando para darte un ‘lapo’ en la pelada solo porque eres tú. ¿Para qué exponerse? Gian Marco: escribe y canta como sabes hacerlo en el escenario. Ahí nadie te ‘apana’, ahí solo te reventarán los cohetes que sí te gustan.
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