Esto huele más a clientelaje político porque, cuando hay actividades del Ministerio de la Mujer, siempre destaca la clásica presencia de la primera dama Nadine Heredia.
Aumentar el presupuesto sin visión y sin medir la eficiencia es un gasto de campaña con fondos públicos que, seguro, sí incrementa la imagen de Nadine.
Además, este gasto genera una permanencia en el tiempo, pero con recursos que no son permanentes.
Nos están metiendo en un lío económico a futuro increíble, pues tendremos un mayor gasto permanente fijo y sin ninguna recaudación o ingreso fijo.
Esto podría generar un problema, y todo por seguir con esta fiebre en el Gobierno de que la señora Heredia inaugure todo. Veo que los incrementos presupuestales están orientados a los sectores de aquellos ministros o ministras con los que la primera dama siempre acostumbra viajar para inaugurar obras y entregar productos. No tiene sustento y se está abusando de este gasto social.
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