Por cada 10 niños peruanos, hay dos o tres que tienen sobrepeso y obesidad. Estos cada vez más alarmantes índices de obesidad infantil nos indican que algo no anda bien en casa. Es síntoma de que falta educación. Por ello, se hace necesario fomentar la práctica del deporte.
El deporte no solo es una actividad para pasar el tiempo. Es, también, una forma de estar bien física y emocionalmente. ¿Cuál es la mejor manera para que un niño que nunca ha hecho deporte se interese en este? Lo usual es que los padres obliguen a sus hijos a practicar alguna disciplina. Por un lado, los chicos pueden descubrir una actividad que les va a gustar y a la que le dedicarán tiempo de manera productiva. Por otro lado, si los chicos no disfrutan ese deporte impuesto, lo más probable es que no obtengan ningún efecto positivo y que, más bien, terminen abandonando su práctica.
Entonces, una sugerencia para estimular la actividad física en los niños es dar el ejemplo. Es decir, la iniciativa por llevar una vida sana debe partir de los padres, pero no solo como orden, sino como un compromiso en conjunto. Una buena idea sería que todos salgan a caminar o correr un fin de semana. O alquilar una cancha para jugar fútbol en familia o, tal vez, matricularse juntos en clases de natación. Saber que sus padres también se comprometen con su salud será una buena motivación para los niños.
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