Golpearon primero

CARLOS LARA
Enviado especial a Cusco

CUSCO.- Y la alegría ocurrió aquí. Donde las nubes cubren por momentos los ojos y la altura roba el equilibrio básico. En esta localidad alejada del mundo, enclavada entre los cerros de un Cusco histórico y milenario, Garcilaso dio el primer paso, aquel que se le exigía como aval para seguir soñando con ser campeón nacional. Y ahora meterá en su maleta este dramático 3-2 ante Universitario y enrumbará a Lima para la vuelta del ‘play off’, el segundo asalto de una final que muchos creen será a tres tiempos.

En el capítulo de Espinar, a 3,927 metros de altura, la ‘Máquina Celeste’ arrancó velozmente hacia la victoria. Jhoel Herrera tenía pista libre por derecha y la experiencia de Guadalupe estuvo presta en ese tramo del partido. Ortiz y Retamoso se ‘comieron’ la cancha y tanto Montes como Ferreira preocupaban. La crema de Comizzo entró mareada, con los ojos cubiertos de nubes.

Quizás por eso la defensa salvó ‘in extremis’ ante Montes apenas al minuto. Pero, en el córner que vino a continuación, César Ortiz empalmó la pelota sin oposición para el 1-0. En Universitario, Toñito’ buscaba afanosamente la pelota y los disparos de ‘Canchita’ Gonzales (17’) y Ruidíaz (28’) se fueron al cielo. Carvallo salvó el segundo ante Retamoso (33’), pero poco pudo hacer a los 45’, cuando Víctor Ferreira sacó un ‘balazo’ en el área tras un triple error defensivo de Duarte, Galliquio y Chávez. Error que se pagó.

A PUNTO DE LA HAZAÑA
Con Romero y Guastavino en cancha, sumado al retroceso ilógico de un Garcilaso que se conformó, la ‘U’ tomó el protagonismo en la etapa final. A los 66’, Ortiz empujó a Guastavino en el área y Ruidíaz no dudó en descontar de penal.

Entonces la crema afiló su garra y encontró la paridad a los 78’, cuando Sebastián Fernández sacó partido de un rebote y anotó con un remate alto. Espinar se quedó en silencio, más aún cuando Iván Santillán estrelló un zapatazo en el poste. ¿La suerte del campeón? No. A los 88’, Alfredo Ramúa hizo la diagonal y su remate abrió los pulmones cusqueños de par en par.

Ahora a Lima, estación a Huancayo o final de la historia.