LA HABANA/BOGOTÁ (Reuters).– El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC alcanzaron un acuerdo que establece un marco para garantizar la participación del grupo rebelde en la política, un importante paso en la negociación de paz que busca poner fin a medio siglo de un conflicto armado que ha cobrado más de 200 mil vidas.
El acuerdo parcial –que se debatió durante cinco meses y se anunció en un comunicado conjunto– establece condiciones para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abandonen las armas y se conviertan en un movimiento político si el diálogo en La Habana culmina en un pacto de paz definitivo.
“En ningún proceso anterior habíamos avanzado tanto como aquí en La Habana”, dijo Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla, quien sin embargo reconoció que falta mucho por hacer.
Para el representante del Gobierno colombiano en la mesa, el exvicepresidente Humberto de la Calle, “lo acordado representa una nueva apertura democrática” que abrirá el camino para arraigar definitivamente la paz luego de la terminación del conflicto.
Tras un año de conversaciones, las partes aún tienen pendiente la negociación de tres puntos más –de una agenda que contiene cinco–, después de haber alcanzado, a fines de mayo, un acuerdo parcial sobre el tema agrario.
Como ya lo han hecho otros grupos guerrilleros de América Latina que firmaron la paz, las FARC aspiran a convertirse en partido político si se logra un pacto definitivo.
TENGA EN CUENTA
- A partir del 18 de noviembre se debatirá en La Habana el tercer punto de la agenda: drogas ilícitas.
- La mayoría de colombianos está a favor del proceso de diálogo con las FARC.
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