CIUDAD DEL VATICANO (AP).— El papa Francisco dio el primer paso importante para la reforma del controvertido Banco del Vaticano al nombrar a un prelado de confianza para que supervise su gerencia, una señal de que desea conocer más sobre sus actividades.
El pontífice nombró a monseñor Battista Mario Salvatore Ricca como prelado interino del Instituto para Obras Religiosas, puesto clave que estuvo vacante desde el 2011.
El funcionario supervisa las actividades del banco, participa en las reuniones de la junta de directores y, principalmente, tiene acceso a todos los documentos de la entidad que durante el papado de Benedicto XVI fue acusada de lavar hasta 33 millones de dólares.
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