El operativo ‘Libertad’ puso sobre el tapete, meses atrás, el pésimo estado en que las fuerzas del orden se enfrentan al narcoterrorismo. Un informe del contralor Fuad Khoury, ante la Comisión de Fiscalización, confirmó ayer la total carencia de las más mínimas condiciones de seguridad, equipamiento, infraestructura y servicios de salud en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
Esta situación, informó, dio lugar a dos exámenes especiales sobre la adquisición y distribución de chalecos antibalas para las bases militares, y la compra de raciones de campaña para el VRAEM y las misiones en Haití, que han derivado a su vez en denuncias penales y administrativas. Ambas operaciones se realizaron entre 2007 y 2011 a un costo de S/.2 millones 78 mil.
Khoury precisó que la veeduría sobre el VRAEM constató que las armas y municiones del personal así como los chalecos antibalas y las camionetas en las que se desplazan son inadecuados para los enfrentamientos que se libran en la zona. Además, las bases militares no cuentan con instrumentos de comunicación ni cercos perimétricos; en algunos casos tampoco con agua potable, y los dormitorios carecen de colchones, sábanas y material de abrigo.
Como si eso no fuera suficiente, se ha establecido que no hay stock de uniformes camuflados y calzado adecuado, que se le paga al personal viáticos por 29 días cuando en realidad han prestado servicios 45 días y que no hay raciones de combate. Peor, imposible.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.