Carlos Carlín,Habla.Babas
ccarlin@peru21.com
Para ser un limeño bien, primero hay que ser católico. O parecerlo. No es difícil, sólo tienes que saber persignarte y asistir de vez en cuando a la iglesia. En la misa no olvides darte los golpes de pecho con convicción – ‘por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa’ – aunque tengas 6 años y no tengas la culpa de nada. Si tus golpes suenan, mucho mejor. No perderte los matrimonios de amigos y conocidos te ayudará a cubrir tu cuota de catolicismo. Nunca seas tosco ni directo al hablar. Anda siempre por los bordes y con suavidad, para hacerlo ayúdate usando los diminutivos. Nunca dejes la puerta junta, déjala ‘juntita’. No llegues ahora, llega ahorita o ahoritita. No pidas un favor, sino un favorcito. Agradece, discúlpate y pide perdón siempre y por todo. – ‘Disculpe, ¿puede darme la hora?’ o ‘perdón, ¿por aquí pasa el Chama?’-. Cuando escuches que te servirán comida criolla frótate las manos como la mosca. Así quedará claro que te encanta el seco o el aguadito. Recuerda: Peruano que no come criollo no es peruano. No digas en voz alta que estás aburrido de ver a Gastón en la tele o en los sobre de ají. Usa en tu casa ropa de entrecasa. Polos, buzos y chancletas viejas te servirán. No botes los papeles de regalo o los envases de Dorina, nunca sabes cuándo te podrán servir. No te quejes ni protestes. Ni en el micro, ni en el cine ni en ningún sitio. Corres el riesgo de caer pesado. Sigue cuidadosamente estos consejos y tendrás más amigos reales en Facebook.
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