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“César Álvarez fue un aliado circunstancial”

“No estoy de acuerdo el trabajo de la Megacomisión: ha hecho una sopa chamánica. Ninguno de sus informes pasará porque están llenos de errores de forma, no tienen disciplina jurídica”, nos dice Martín Belaunde.

Foto: David Vexelman
Foto: David Vexelman

Martín Belaunde,Congresista
Autor: Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com

Martín Belaunde fue Zar Anticorrupción durante el gobierno de Toledo. Pero hoy es parlamentario de Solidaridad Nacional (SN), el partido de Luis Castañeda. En esta charla defiende a su líder y hace un deslinde con César Álvarez, aliado de SN en las últimas elecciones.

¿Le gusta la política?
Sí. Hice carrera en el sector privado, como abogado, sobre todo en el campo minero. Empecé escribiendo sobre política internacional en Expreso y, luego, colaboré con El Comercio. Cuando se produjo el golpe de Estado del 92, fui uno de los primeros en pronunciarme en contra de esa medida y, desde allí, desde la oposición, empecé a participar más en la política.

¿Se siente cómodo en el Congreso?
El Congreso tiene de todo, como en botica. Pero hay que tener en cuenta lo siguiente: el Congreso representa al país. Y, claro, como en todos lados, hay una gran diversidad de personas, gente con mayor capacidad que otra. Y está en el elector elegir bien a sus representantes, por eso, yo no me opongo, por ejemplo, al voto preferencial. Yo no quedé mal en las elecciones: solo José Luna tuvo más votos que yo… porque hizo más publicidad (ríe). Yo no me opongo a ser evaluado por el votante, porque lo importante es hacer una buena labor.

¿Cómo se siente en Solidaridad Nacional? Su partido se ha visto perjudicado por el caso Álvarez y la defensa cerrada que, de él, ha hecho Heriberto Benítez…
Bueno, yo me siento cómodo allí. La bancada de Solidaridad Nacional es bastante heterogénea. Hay un núcleo duro allí pero, como usted sabe, yo no pertenezco al partido, soy un invitado, pero somos muy disciplinados al votar, salvo que el voto tenga que ver con alguna cuestión de conciencia. Y con respecto a Benítez, quien acaba de renunciar a la bancada, era evidente que él tenía una vinculación más fuerte con César Álvarez que con Solidaridad Nacional y, la verdad sea dicha, nosotros nada tenemos que ver con Álvarez, pues su partido, Cuenta conmigo, fue un aliado circunstancial.

Es fácil decir que fue un aliado circunstancial, pero, ¿no deberían ser más cuidadosos los partidos políticos al momento de elegir a sus aliados?
Comprendo su malestar y lo comparto parcialmente. Yo también desearía que los partidos fuesen un espacio para los mejores, de gente con calidad. Solidaridad Nacional es un partido básicamente limeño y, por eso, en las elecciones pasadas, buscó alianzas. Hoy tenemos una visión distinta de Álvarez pero, recuerde, él fue elegido presidente regional y, hace algunos años, no generaba tantos anticuerpos.

¿Heriberto Benítez hizo la de kamikaze al decir que metería las manos al fuego por Álvarez?
No entiendo por qué Benítez dijo algo así. Si a mí me preguntaran, por ejemplo sobre las responsabilidades de Luis Castañeda en el caso Comunicore, yo respondería que no tiene ninguna responsabilidad legal, penal, pero uno no puede meter las manos al fuego por nadie… quizás solo por mi esposa e hijos. En ese contexto, la frase de Benítez fue mediática, política, espectacular. Ahora que, por esas casualidades de la vida, uno conozca a un delincuente, eso no nos hace delincuentes.

Pero la política es gestos y, en situaciones así, es mejor deslindar rápidamente con los corruptos…
Estoy de acuerdo, pero hay que tomar en cuenta las circunstancias. Por eso, volviendo a su pregunta sobre nuestra alianza electoral con Cuenta conmigo, el partido de Álvarez, no teníamos la menor idea de cómo era él. Yo lo consideraba una autoridad controvertida, exitosa, pero no un delincuente. Igual, de todas estas situaciones se aprende y, para las próximas elecciones, Solidaridad Nacional será más cuidadoso al establecer sus alianzas.

Usted fue ‘Zar anticorrupción’ en el gobierno de Toledo. A Luis Castañeda se lo vincula con actos de corrupción. ¿No siente que Castañeda lo convocó para lavarse un poco la cara ante la opinión pública?
Yo soy un hombre honesto, eso es verdad. Trabajo desde adolescente, soy un hombre que ha ganado prestigio gracias a su desarrollo profesional; incluso llegué a ser decano del Colegio de Abogados. Recuerde que yo trabajé con Toledo, y él me choteó, entre otras cosas porque tuve discrepancias con su señora (Eliane Karp) y, por eso, me fui de embajador a Argentina. Ahora, es verdad que Castañeda me convocó y me dio un lugar de honor, algo que le reconozco. Yo, personalmente, por todo lo que le conozco, creo que es honesto: vive hace 20 años en la misma casa –no tiene una en Las Casuarinas, por ejemplo– y solo le conozco un solo lujo, el de sus perros (Castañeda es un criador profesional de perros de raza).

¿Cómo evalúa el trabajo de la Megacomisión que investiga el gobierno de Alan García?
No estoy de acuerdo con su trabajo. Sergio Tejada está muy entusiasmado pero muy mal aconsejado: ha hecho una sopa chamánica. Ninguno de los informes de la Megacomisión pasarán porque están llenos de errores de forma, no tienen disciplina jurídica.

AUTOFICHA

- Mi padre fue Víctor Andrés Belaunde, quien presidió la Asamblea de las Naciones Unidas. Escribió La realidad nacional. Suena rudo, pero es un libro valioso.

- Viví en EE.UU., en Europa. Fui un joven inquieto. Por mi padre estudié Derecho. Me especialicé en Derecho Minero. Soy profesor universitario.

- Fui por tres años embajador del Perú en Argentina. Antes fui nombrado ‘Zar Anticorrupción’, pero Alejandro Toledo me sacó del cargo, algo que agradezco (ríe).


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