El ministro de Economía, Luis Castilla, dijo en una entrevista con el diario estadounidense New York Times (NYT) que en el Perú “nos hemos acostumbrado a un periodo de crecimiento sostenido y hemos olvidado los ciclos”, en referencia a que el PBI del país ha crecido 6% anual por una década, lo que creó la idea de que es una situación “normal”.
Así comentó el ministro la reciente preocupación sobre los resultados del desempeño macroeconómico del país, que no logró cumplir las expectativas de analistas para junio. Se previó un crecimiento entre el 5.5% y 6%, pero el INEI arrojó 4.4%.
Gustavo Yamada, decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, tiene la misma opinión. “Crecer 6% por una década, es algo a lo que te acostumbras”. Su estimación para el incremento del PBI está en el rango de 4% a 5% para los años siguientes.
El reportaje del NYT recoge las explicaciones de Castilla al respecto. “Así como los factores externos, como el alza en el precio de los metales, impulsaron el ‘boom’ peruano, factores similares a esos, como la lenta recuperación de Estados Unidos, los problemas económicos de Europa y la desaceleración de China, ahora están enfriándonos”.
“Estamos en una encrucijada”, refiere el titular del MEF. “Tenemos todo lo que necesitamos para sobrellevar las condiciones globales menos favorables, pero hay una necesidad urgente de implementar las reformas que se aprobaron recientemente para atacar estos problemas”, agregó.
Sin embargo, el New York Times señala que la economía peruana es una mezcla de “fortalezas y debilidades”.
“El país tiene reservas internacionales robustas, fondos de gasto corriente que pueden usarse para estímulos económicos en tiempos de crisis y una deuda pública baja”, señala el periodista William Neuman en el artículo.
No obstante, “la prosperidad está distribuida sin igualdad, concentrada en las ciudades y en la Costa. Más de la mitad de las personas en áreas rurales aún viven en pobreza, especialmente en la Sierra y la Selva. Lima también sigue siendo el hogar de varios barrios pobres”.
Asimismo, destaca el pobre sistema educativo en el Perú, que no todos tienen acceso al agua potable y alcantarillado, y los cuellos de botella en infraestructura.
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