Mientras Paolo Guerrero entrena en un clima distendido con la selección para el amistoso de mañana ante Iraq en Emiratos Árabes Unidos, su situación en Brasil es complicada.
La Procuraduría del Tribunal Superior de Justicia Deportiva de ese país denunció al ‘Depredador’ por empujar al árbitro Leandro Brizzio en el duelo que el ‘Timao’ jugó con el Bragantino por los octavos de final de la Copa de Brasil.
En ese partido, Guerrero fue a disputar un balón sin percatarse de que Brizzio retrocedía de espaldas y empujó a Brizzio.
El juez no consignó en su informe ni una sola palabra sobre el hecho, pero la Procuraduría del tribunal deportivo denunció al peruano por agresiones a árbitros. Por ello podría recibir —como mínimo— una suspensión de 180 días.
Los problemas de Guerrero no terminan allí, ya que previamente fue imputado por agredir con un cabezazo a Alan Ruiz (Gremio), acción que le costó la expulsión al peruano, quien por ello recibiría 12 partidos de suspensión.
SE SOFOCAN
La selección realizó su primera práctica en Emiratos Árabes Unidos con una temperatura que bordeó los 40 grados.
Por la mañana, el equipo dirigido por Pablo Bengoechea hizo trabajos regenerativos en el jardín del hotel Ajman Club, donde se halla alojado. En la tarde, reconoció el campo del Alshabad Al Arabi Maktoum Bin Rashid Stadium, donde mañana enfrentará a Iraq.
Finalmente, Manuel Burga, titular de la FPF, negó contactos con el DT colombiano Jorge Luis Pinto. “Ningún miembro del directorio ni yo han conversado con el profesor”, señaló.
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