Karim Benzema, delantero francés de Real Madrid, fue detectado por un radar móvil circulando la madrugada del pasado 3 de febrero a 216 kilómetros por hora en una autopista de circunvalación a la capital española.
La noticia fue confirmada por la Dirección General de Tráfico (DGT) de España, que indicó que el jugador no pudo ser parado por la Policía, debido a la excesiva velocidad a la que iba.
El jugador fue citado el martes 26 de febrero para declarar ante el juez por un delito contra la seguridad vial al superar ampliamente los 100 kilómetros permitidos en dicha vía.
Sin embargo, la declaración fue aplazada al alegar que el galo estaba convocado ese día para jugar el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra el Barcelona en la ciudad catalana.
El francés se enfrenta a una posible pena de prisión de tres a seis meses o a una multa que pagaría en un periodo de entre seis y 12 meses, por un monto todavía a determinarse. Además, se le podría retirar el permiso de conducir entre uno y cuatro años como máximo, lo que lo obligaría a volver a obtener el mencionado documento.
Dada la trascendencia del implicado en la opinión pública, la Asociación estatal de víctimas en accidentes de tráfico (DIA) solicitó al Real Madrid que adopte alguna medida ante la actitud del jugador.
“Se trata de una conducta alarmante que podría haber acarreado consecuencias terribles”, afirmó en un comunicado el presidente de DIA, Francisco Canes, quien consideró que el equipo ‘merengue’ “no debería permitir este tipo de conductas”.
Benzema ya sufrió un accidente vial el 29 de noviembre de 2009, cuando estrelló contra un árbol el auto que conducía a la entrada de la urbanización donde reside. Y un mes después, durante unas vacaciones en Madagascar, también estrelló su vehículo de madrugada a la salida de una discoteca.
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