Unas 20,000 armas de fuego serían entregadas voluntariamente al Estado

La Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil, Sucamec espera recibir de forma voluntaria unas 20,000 armas de fuego, gracias a la nueva ley de armas que entrará en vigencia a partir de octubre de este año.

“En un reglamento independiente se estipularán los procedimientos para realizar estas entregas, así como los incentivos económicos que recibirán quienes cedan voluntariamente las armas. Esperamos recibir unas 20,000 en un lapso de dos años”, adelantó el jefe de la Sucamec, Derik Latorre Baza.

Luego de que las iniciativas anteriores fracasaran, esta vez se implementará lo mejor de las experiencias exitosas de la región, como la de Argentina y Chile, que implica una entrega anónima y además sujeta a un incentivo económico, y el incremento de las penas por tenencia ilegal de armas de fuego.

“En nuestro país también existen, pero basta que la persona haya tenido alguna vez una licencia, aunque esté vencida por 10 años, para que no pase nada. Eso también va a cambiar a partir del reglamento que se trabaja”, sostuvo.

Derik Latorre agregó que la Ley de Armas de Fuego, publicada el 22 de enero, contempla un programa especial de empadronamiento, reempadronamiento, así como la entrega voluntaria de armas a fin de desalentar el uso en el país, donde se estima existen unas 250,000 totalmente legales.

“Se están generando cambios con base en un mejor control y mejor servicio. Se pasará de un esquema de licencia de posesión y uso de armas de fuego por cada arma, a un esquema de licencia única de usuario y tarjetas de propiedad para cada arma que se tenga”, adelantó.

A esto se suma que las licencias tendrán una vigencia de tres años y las tarjetas de propiedad no tendrán fecha de caducidad, puntualizó el titular de Sucamec.

Por último, sostuvo que la decisión de adquirir y portar un arma de fuego es delicada y grave, y definitivamente no es la solución a la inseguridad ciudadana.

“La solución a este problema pasa por una decisión colectiva social, para ver de qué manera alcanzamos el control de lo que está pasando. La proliferación de armas de fuego es contraproducente para efectos de la seguridad ciudadana”, señaló.

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