El derroche de agua potable en Lima y Callao durante los juegos de carnaval de febrero alcanza los 120 mil metros cúbicos, lo que equivale a 580 mil cilindros de agua, advirtieron voceros de Sedapal.
El gerente de Servicios Norte de Sedapal, Michael Vega, sostuvo que el incremento del consumo se debe también al uso de las piscinas caseras que abundan en algunos distritos de Lima y Callao, pero además por el hecho de que algunos hidrantes (usados por los bomberos en caso de incendios) son vandalizados.
“Una piscina de 7 mil litros de capacidad equivale a 15 días de consumo de agua de una familia de las zonas periféricas de la ciudad”, dijo Vega.
Sostuvo que el agravante es que, en la mayoría de los casos, estas piscinas se llenan utilizando agua ilegalmente, ya sea a través de conexiones clandestinas o de conexiones que no cuentan con medidor, o destruyendo los grifos contra incendio.
HIDRANTES SE VANDALIZAN
Agregó que, del total de 17,060 hidrantes que existen en Lima y el Callao, estadísticamente el 5% de ellos se vandalizan, lo que es un atentado contra la seguridad.
El funcionario hizo un llamado a incrementar la vigilancia y seguridad vecinal, porque además de vandalizar los grifos contra incendio, las piezas que les extraen son luego comercializadas por inescrupulosos, sin importarles el riesgo al que exponen a la población.
El representante de Sedapal enfatizó en que en distritos como Carmen de la Legua e Independencia, donde se oponen férreamente a la instalación de medidores desde hace varios años, y tienen tarifa plana, se registra mayor desperdicio de agua potable, observándose en las calles gran cantidad de usos irresponsables.
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