Luego que el alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos, denunciara que la camioneta negra en la que fue asesinado su hijo Carlos Burgos Gonzales en febrero pasado fue desmantelada, la Policía Nacional desmintió el hecho, aunque admitió que la radio del interior del mencionado vehículo había desaparecido.
“Se ha constatado la falta de un autoradio, por lo que se ha requerido al personal que tuvo a su cargo la cadena de custodia (algunos de ellos en comisión de servicios fuera de Lima) para que informe en término perentorio al respecto”, señala en un comunicado enviado a los medios de comunicación.
“Tanto la carrocería, los faros, accesorios y neumáticos, se encuentran en el mismo estado que se consigna en el acta de situación del vehículo, levantada al momento en el que fuera trasladado a la sede de la Dirincri”, añade la misiva.
Asimismo, la Policía asegura que el vehículo negro no permaneció en el sótano de la referida división policial, “sino que éste se encontraba estacionado en una calle aledaña, con conocimiento de la 5ta. Fiscalía Provincial Mixta de San Juan de Lurigancho, al no contarse con un espacio disponible para tal efecto”.
“Sin perjuicio de ello, se ha dispuesto que la Inspectoría General de la PNP inicie de manera inmediata una investigación administrativo–disciplinaria para que en el más breve plazo se precise la situación del bien faltante, estableciéndose, en su caso, las responsabilidades a las que hubiere lugar”, finaliza el documento.
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