Por Yesenia Alvarez (*)
Las parejas del mismo sexo existen en el Perú, sin embargo no tienen derechos como las parejas heterosexuales. La situación en la que se encuentran es escandalosamente discriminatoria. La unión de hecho, por ejemplo, una institución que reconoce derechos patrimoniales y hereditarios está restringida solo a las uniones entre un hombre y una mujer. El responsable de este trato desigual es nuestro congreso, que no está cumpliendo con su deber de legislar para todos los peruanos. Una mayoría anacrónica y reacia a reconocer la igualdad ante la ley ha trabado cualquier reconocimiento, y ha provocado que las personas homosexuales tengan menos derechos civiles.
En nuestro país, una pareja heterosexual puede constituir un patrimonio común, transmitirse derechos hereditarios, y prestarse cobertura médica. Esto no lo pueden hacer las parejas del mismo sexo. Nuestro sistema jurídico permite esta discriminación y con ello se viola flagrantemente los derechos constitucionales a la identidad, al libre desarrollo de la personalidad, y a la propiedad de las personas, únicamente por su orientación sexual. En esta situación, las parejas heterosexuales terminan con más derechos que las parejas homosexuales y eso no debería ocurrir en un Estado de Derecho. El silencio del legislativo ante esta vulneración es deliberado.
Por ello, varias organizaciones y personas nos hemos agrupado en la campaña “Derechos para todos”, con el objetivo de recolectar al menos 5 000 firmas para presentar una acción de inconstitucionalidad por omisión ante el Tribunal Constitucional, para que se suprima la redacción discriminatoria del artículo 1° de la Ley 30007 y del artículo 326° del Código Civil que impiden que cualquier pareja pueda constituir una unión estable de hecho. No es necesaria una nueva legislación solo necesitamos eliminar la redacción discriminatoria.
En la marcha del orgullo del primero de julio estaremos recolectando firmas. Se trata de una oportunidad para buscar la igualdad ante la ley a través del respaldo ciudadano después de tantos años de indiferencia de nuestros parlamentarios. Los derechos de las personas homosexuales no pueden seguir expuestos al daño que produce la inacción de un poder legislativo tomado por posiciones cargadas de prejuicio, agresión y comportamientos antidemocráticos. La justicia constitucional existe para evitar los abusos del Estado hacia nuestros derechos, y los ciudadanos podemos organizarnos para exigir el respeto de los derechos constitucionales, pues estos son para todos.
La sociedad peruana hoy está cambiando, se va haciendo más tolerante, y el derecho debe adaptarse a esa realidad más tolerante, más inclusiva, y más democrática. En el pasado, y como vergonzosas deben quedar esas soluciones jurídicas denigrantes y absurdas que recomiendan que una persona adopte a otra dentro de una pareja homosexual, para que puedan disfrutar de sus derechos patrimoniales. Los ciudadanos con sus firmas pueden ser más poderosos para exigir un país más libre y respetuoso con los proyectos de vida de otros, de todos los peruanos, para abrir por fin, la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan ejercer sus derechos plenamente como lo hacen las personas heterosexuales.
(*)Directora del Instituto Político para la Libertad (IPL)
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Así celebran el día del #Orgullo2017 algunos políticos, artistas y figuras públicas peruanas https://t.co/pj7Zr8n0DS pic.twitter.com/JHWMftczQy
— Diario Perú21 (@peru21noticias) 28 de junio de 2017
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