Un niño de 10 años murió luego que pisara un explosivo artesanal abandonado por unos pandilleros cerca a una losa deportiva en el asentamiento humano El Arenal, en San Juan de Lurigancho.
El menor había salido a comprar una salchipapa cuando su padre, Raúl Delgado Chinchay, escuchó el estallido y vio a su hijo tendido en el suelo, informó América Noticias.
Pese a que lo llevó rápidamente en su mototaxi al hospital Aurelio Díaz Ufano, el pequeño falleció pocos minutos después. El caso ya es investigado por la Divincri del sector.
Hace unas semanas en Villa María del Triunfo, un reciclador quedó mutilado luego de que un artefacto de explosivo –que también fue abandonado por unos pandilleros– le estallara en el pie izquierdo.
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