El monseñor Raul Chau publicó una columna en el diario El Comercio en donde detalla, desde su perspectiva, cómo ocurrieron los hechos sobre el “negociazo”, presunto acto de corrupción que involucra al exasesor presidencial en temas de salud, Carlos Moreno.
El clérigo — antes de que los audios se revelaran — precisa que al exjefe de Gastroenterología del hospital Arzobispo Loayza lo consideraba como un “un profesional servicial con las religiosas, sacerdotes y gente necesitada”.
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Además, especifica que el cardenal Juan Luis Cipriani fue quien determinó el 29 de septiembre del presente que se dejaran sin efecto los convenios firmados entre el Arzobispado de Lima y la clínica Osteoporosis y el Seguro Integral de Salud (SIS). Sin embargo, no detalló el motivo de esta decisión.
Raul Chau afirma que la institución religiosa no tenía conocimiento de los irregulares manejos que realizaba Carlos Moreno. “(…) actuamos de buena fe, confiando en que el procedimiento planteado por dichas personas era transparente y que iba a beneficiar a los más necesitados”, escribió.
También señala que el entonces asesor de Pedro Pablo Kuczynski y sus funcionarios le manifestaron al monseñor que “el convenio específico era necesario y cumplía todos los requisitos”.
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Por último, Chau revela que si Carlos Moreno, junto con sus socios, logró convencer al Arzobispado para que firmara aquellos convenios fue porque el 22 de agosto de este año fue invitado para que conozca los equipos de la clínica Osteoporosis.
“Al observar la calidad del establecimiento, tanto el ingeniero Walter Muñoz (representante legal del Arzobispado de Lima) como yo nos sentimos impresionados por lo moderno de su edificación y equipamiento. Esta visita se limitó a conocer las instalaciones”, señaló.
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