La fiesta que organizó se convirtió en su despedida. Kevin Navarro Olivares (18), seguidor de la subcultura ‘emo’, se suicidó en la casa de sus abuelos, en Manchay, luego de sufrir una decepción amorosa.
El joven no soportó ser testigo del apasionado beso que se dio la chica que tanto le gustaba con otro hombre.
Tras quedarse solo, se embriagó. Luego ató una muñeca a una viga para probar la resistencia de la cuerda. Posteriormente se ahorcó. El cuerpo fue hallado por sus abuelos.
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