La Municipalidad de Lima anunció que los trabajos en el túnel San Rosa, obra que uniría San Juan de Lurigancho con el Rímac en solo 20 minutos, se reiniciarán en mayo próximo.
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Sin embargo, la administración de Susana Villarán negó que la obra esté abonada, pese a que un reportaje de Sin medias tintas el último fin se semana mostró que hasta el momento, en tres años de gestión, no se avanzó nada desde el último derrumbe en el proyecto, en febrero del 2011.
“Pese a los tres derrumbes que se han producido en los últimos tres años como consecuencia de las contingencias geológicas de la zona, estamos en condiciones de anunciar que en el mes de mayo se reiniciará esta obra, que incluye un reforzamiento integral para garantizar la seguridad de todos los vecinos y vecinas que transiten por esta zona”, señala un escueto comunicado de la comuna capitalina.
La nota de prensa agrega que la conclusión de esta obra tomará 18 meses y que las labores comprenden, además, expropiaciones que se realizarán en su entorno. “Esta etapa de la obra está valorizada en 70 millones de nuevos soles y ha sido otorgada al Consorcio Túneles Viales, liderado por la empresa Graña y Montero”, precisa la nota.
“La comuna metropolitana tiene un compromiso por el bienestar de los ciudadanos que harán uso de estas obras. Por ello, se ha mantenido evaluando de cerca y constantemente las condiciones de seguridad que tendrán las mismas”, agrega el documento.
En el reportaje periodístico aludido, no obstante, se da cuenta que las personas que viven en las zonas aledañas al túnel no han sido notificadas aún sobre la expropiación de sus terrenos para ejecutar la obra.
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