Una campaña de ayuda social realizada en el distrito de San Agustín de Cajas, a 8 kilómetros de la ciudad de Huancayo (Junín), permitió descubrir a 55 niños, entre 6 y 11 años, que trabajan en ladrilleras bajo las peores condiciones de explotación.
Ana Cecilia Cosme, coordinadora regional del programa Proniño, a cargo del Instituto de Desarrollo Local (IDEL), con apoyo de la Fundación Telefónica y las entidades regionales de Trabajo y de Salud de Junín, confirmó el número de menores que trabaja en estas ladrilleras.
Explicó que los propietarios de estos lugares prefieren utilizar niños por dos razones: les pagan la módica suma de S/.2 o S/.3 por levantar mil ladrillos, y por su tamaño, pues ellos pueden agacharse con más facilidad que un adulto para cumplir ese trabajo y sus pequeños pies les permiten desplazarse entre los bloques frescos sin pisar los adobes.
Asimismo, el IDEL detectó que 330 alumnos de San Agustín de Cajas son trabajadores. En este distrito se repite la misma situación de los 120 niños ladrilleros del barrio de Palían, cercado de Huancayo, que en noviembre fueron encontrados y rescatados en la misma situación.
Los menores también provienen de familias emigrantes de comunidades campesinas pobres de Huancavelica, y de los distritos más alejados de la provincia de Concepción.
Según las autoridades sanitarias, los pequeños sufren de dermatitis, caries así como problemas gástricos y de visión.
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