Una “confluencia casual” llevó a 18 policías a custodiar la residencia del director de la institución, general Jorge Flores Goicochea, en momentos en que la delincuencia ha ganado las calles de Lima y el Gobierno anuncia más agentes para luchar contra la inseguridad.
Esta fue la insólita explicación que el general Luis Praeli, jefe de la Séptima Región Policial, ensayó para tratar de refutar la denuncia de Perú21 sobre una guardia dorada para el más alto mando de la Policía.
Según Praeli, los custodios ubicados en la cuadra 19 de la Av. Primavera, donde vive el jefe de la Policía, estaban ahí por el plan de Semana Santa 2013, “dando seguridad a toda la ciudadanía, vigilando centros comerciales, iglesias, universidades, condominios y paraderos”.
“Por Semana Santa se han saturado ahí (sic). Han confluido y eso ha motivado a tener una impresión no tan cierta”, dijo en RPP Noticias, al alegar que –por coincidencia– los agentes en mención estaban resguardando “puntos críticos” de la zona, en este caso, el óvalo Aldebarán y la parroquia Nuestra Señora del Consuelo.
Asimismo, aseguró que Flores Goicochea solo cuenta con un vehículo oficial asignado y dos agentes por turno que se encargan de resguardarlo “las 24 horas del día”.
Sin embargo, fueron los propios vecinos de Surco quienes aseguraron que la imponente vigilancia se inició luego de que Flores Goicochea asumió la dirección general de su institución.
“No hay ningún efectivo de la comisaría de Monterrico ni de la Divter Sur 1 ni de la Unidad de Servicios Especiales (USE). Por Semana Santa se han saturado y no debieron confluir en el kiosko”, insistió, en alusión a las fotos que publicamos. “Se darán las sanciones administrativas”, finalizó.
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