Tras cinco años de investigación, un grupo del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad Bristol de Inglaterra descubrió una nueva figura que representa un laberinto circular en las Líneas de Nasca, en Ica.
A diferencia de algunas de las más famosas figuras zoomorfas, la forma irregular del geoglifo –de más de 4 kilómetros de extensión y que habría sido creado hace 1,500 o 2,000 años– sugiere que no fue pensado para que pudiera percibirse desde el aire, sino para ser recorrido.
Hasta ahora se desconoce con precisión la función de este laberinto circular erigido por los Nazca, sin embargo, se presume que fue elaborado por motivos místicos o de culto religioso.
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