Gendarmes franceses impartieron un curso a policías antimotines de Perú sobre uso de la fuerza para controlar protestas y evitar víctimas, en un contexto marcado por la muerte de 17 manifestantes en varios conflictos sociales durante los primeros 16 meses de gestión del presidente Ollanta Humala.
El curso, que concluyó hoy luego de 21 días de duración, consistió en “difundir estándares internacionales de uso de la fuerza”, dijo Pedro Villanueva, representante en Perú, Bolivia y Ecuador del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que auspició el evento.
“Francia tiene esa experiencia técnica, por eso trajimos a dos intructores del Centro de Excelencia Europeo en Orden Público, con sede en Francia”, añadió.
Un comandante y un mayor de la gendarmería francesa dirigieron el curso, en el que participaron 50 policías de la unidad antimotines y 5 instructores de la unidad antiterrorista.
El elevado número de víctimas (17 muertos) registrado en Perú, en su mayor parte en manifestaciones antimineras, puso al gobierno de Humala Tasso en el ojo de las críticas de organizaciones humanitarias internacionales.
El curso se realizó en Cajamarca, epicentro de protestas durante el año, en un campamento policial próximo al proyecto minero Conga, de la empresa estadounidense Newmont y Buenaventura, que desató un violento conflicto en julio pasado con el saldo de cinco manifestantes muertos.
“El mensaje es que se puede aplicar la fuerza para controlar protestas, pero respetando derechos fundamentales y la mejor manera de hacerlo es a través de una policía que maneja estándares internacionales”, dijo el representante del CICR.
El funcionario rechazó la denuncia del líder del partido Tierra y Libertad, Marco Arana, quién indicó, en su cuenta de Twitter, que Francia estaría entrenando en técnicas de represión a la PNP.
“Se ha entendido mal el objetivo de este curso, creen que Francia está viniendo a enseñar como reprimir con más golpe y vara, y es lo contrario”, dijo Villanueva.
Según el CICR, su papel es “promover (a nivel mundial) que la policía recurra al uso gradual de la fuerza adaptada al nivel de la amenaza y amparados por la ley, tratando de no incitar a la violencia”.
“La policía francesa enseña con este curso a reducir la escala de violencia. Hay una técnica incluso en que los agentes se acercan a la población desprotegidos de armas, pecho a pecho y los hacen retroceder conversando”, agregó.
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