La captura de un sujeto que arrojó un explosivo en el negocio de un empresario permitió a la Policía descubrir una mafia de extorsionadores que capta jóvenes para este ilícito ‘trabajo’. A estos últimos les pagan S/.500.
Así lo confesó Raúl Rojas Ramírez (18), quien fue capturado después de que colocara una granada en San Juan de Lurigancho. Señaló que los delincuentes César Lezama y Junior Guevara lo contrataron.
El explosivo colocado por Rojas Romero en una tienda de electrodomésticos dejó heridos a dos niños de 8 y 4 años. El estado de salud de los niños era delicado.
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