Maritza tiene 55 años. Llegó a Lima hace 30 para trabajar como empleada doméstica. Durante estos 25 años, ella ha cambiado cinco veces de trabajo. Hace seis meses le detectaron úlceras y su estado era tan grave que botaba sangre por la boca. Cuando su empleadora la vio así, no tuvo contemplación: la echó de la casa. Ahora, Maritza no sabe qué hacer. No tiene trabajo, no tiene seguro social, tampoco ahorros. Nunca pensó que esto le podía pasar.
Sonia también es una trabajadora del hogar. Ella tiene 42 años y ha trabajado en una casa de La Molina desde los 18. Por fin, después de tantos años de esfuerzo, ha logrado juntar el 50% del dinero para comprar un departamento.
Sin embargo, cuando acudió a diferentes bancos para solicitar un préstamo y concretar la transacción, fue rechazada por no tener cómo sustentar sus ingresos. Su empleadora le paga bien y puntual, y la trata con mucho respeto, pero nunca pensó en formalizarla.
Ante el problema que enfrentaba Sonia, ambas acudieron hace un mes a la Sunat para informarse sobre los trámites necesarios para que la trabajadora obtenga sus beneficios sociales. Para su sorpresa, en un solo día completaron todo el trámite.
La empleadora de Sonia ya abonó el dinero correspondiente por seguro social y pensión. “No puedo creerlo, era tan fácil. Ahora ya podré solicitar mi préstamo para comprar mi casa”, dice Sonia emocionada.
SIN SALUD NI PENSIÓN
Esta no es la situación de la mayoría de los trabajadores del hogar en el Perú. Según un informe de la Defensoría del Pueblo, de los más de 406 mil trabajadores que existen en el país, solo el 23.4% está formalizado. Esto quiere decir que solo dos de cada 10 trabajadores tienen acceso a las prestaciones de Essalud y pensiones. El restante 76.6%, como Maritza, pasará duras pruebas cuando se enferme o ya no pueda seguir trabajando.
No obstante, Adelinda Díaz, secretaria general del Sindicato de Trabajadoras del Hogar del Perú (Sintrahogarp), señaló que la cifra es irreal, ya que existe cerca de un millón de trabajadores del hogar y de ellos solo el 3% está formalizado. “El resto son empleadores de otros rubros que hacen pasar a sus empleados por trabajadores del hogar”, manifestó.
Liliana Salomé, comisionada de la adjuntía para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, indicó que desde 2011 la Sunat ha simplificado bastante los trámites para que los empleadores puedan formalizar a sus trabajadores del hogar. Sin embargo, aún no se ha difundido lo suficiente el tema y no hay disposición de los empleadores.
“Para muchos es intimidante acercarse a la Sunat, pero ahora el trámite es bastante rápido e incluso se puede hacer vía virtual. Sin embargo, los trabajadores que están en el registro y tienen los beneficios de Essalud y la ONP no llegan ni a 100 mil”, indicó.
DURAS CONDICIONES
Salomé sostuvo que, pese a que la Ley 27986 reconoce desde el año 2003 los derechos de los trabajadores del hogar , el Estado aún no reconoce el derecho a recibir el salario mínimo vital, así como tampoco ha dispuesto la obligatoriedad de hacer un contrato por escrito. Díaz agregó que la jornada de ocho horas de trabajo tampoco se cumple y los trabajadores no tienen cómo probar la relación laboral.
“La mayoría labora sin un contrato y sin fiscalización. Muchas jovencitas duermen en depósitos, son maltratadas y trabajan al margen de la ley.”, manifestó Díaz.
Ante esta situación, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo informó que, recientemente, se aprobó el segundo plan de acción para promover el cumplimiento de los derechos laborales de los trabajadores del hogar.
“El mismo busca garantizar y promover el respeto de los derechos laborales, así como mejorar el registro de trabajadoras del hogar, desarrollar medidas firmes para eliminar el trabajo infantil y el trabajo forzoso y diseñar un servicio de certificación de competencias que mejore la empleabilidad de los trabajadores”, se indicó.
PIDEN MÁS CONTROL
Sin embargo, la Defensoría del Pueblo recomendó medidas más puntuales: que los contratos se hagan por escrito, se garantice la remuneración mínima vital, así como los mismos derechos que otros trabajadores, que se ratifique el Convenio 189 de la OIT –que reconoce todos estos derechos, entre otros 26 puntos– y la fiscalización.
“La labor que este sector realiza es un trabajo digno y merece un trato justo. No podemos dejarlos como trabajadores de segunda clase”, puntualizó Salomé.
Al respecto, Teresa Quimaná, secretaria general de las Trabajadoras del Hogar de la Macrorregión Norte, señaló que el presidente Ollanta Humala prometió que ratificaría el convenio, así que el gremio está esperando que el mandatario cumpla su palabra.
“En esta actividad hay discriminación, explotación y abuso sexual. Las jóvenes de provincias son llevadas a ciudades bajo engaños y las obligan a trabajar 16 horas al día por 350 soles y sin beneficios. ¿Cómo podemos mantener a nuestras familias?”, se pregunta la trabajadora.
¿SABÍAS QUE..?
- El Convenio 189 de la OIT, sobre el trabajo decente para los trabajadores domésticos, fue aprobado en 2011 por todos los países miembros, pero no ha sido ratificado por el Perú.
- Nueve países de Latinoamérica y 14 del mundo ya ratificaron el convenio.
- Más de 30 organizaciones de la sociedad civil suscribieron un manifiesto para exigir al Gobierno que ratifique y ponga en vigor el referido convenio.
PASOS PARA FORMALIZAR A UN TRABAJADOR DEL HOGAR
Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)
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