En medio del dolor de sus familiares y la denuncia de que hubo cómplices que están escapando de la justicia fueron enterrados ayer, en el Cementerio General de Lucre, los restos de Jefferson Farfán Mendoza, el escolar de 15 años del colegio San Antonio Abad del Cusco que fue degollado por su compañero de clase y el hermano de este en una acción que, al parecer, fue premeditada.
Al pie de una imagen del Señor de Qoyllor Rity, de quien era devoto ‘Foquita’, como cariñosamente llamaba a su hijo por tener el mismo nombre del seleccionado Jefferson Farfán, su madre, Marleni Mendoza Sullca, denunció que “toda la familia de los asesinos está involucrada en el crimen”.
En medio del llanto y las fotos que extendieron sobre la cama del infortunado, el padre de Jefferson, Tomás Farfán Ibarra, confirmó que aquella noche, cuando buscaban al escolar, se comunicaron con Emilio Huamán de Pacheco, padre de los asesinos, quien dijo que su hijo dormía, cuando lo cierto es que ya sabía del crimen y que el menor había fugado.
Del mismo modo, denunció que la madre de los homicidas, María Pacheco Ramos, escondió la llave del baño donde habían ocultado el cuerpo del escolar asesinado. Pero no solo ellos. También los cuatro inquilinos que vivían en la misma casa habrían sabido del crimen, pero se callaron.
Se supo que, ante la denuncia de la familia, el fiscal Walter Becerra Huanaco, de la Tercera Fiscalía Penal del Cusco, citó a Emilio Huamán y a María Pacheco, así como a los inquilinos, con el fin de que declaren en calidad de testigos.
TENGA EN CUENTA
- Tras los hechos de violencia, el Gobierno Regional del Cusco anunció medidas inmediatas para evitar más casos de acoso escolar.
- El gerente de Desarrollo Social, Miguel Choque, dijo que iniciarán una campaña preventiva en los colegios y habilitarán una línea gratuita para denuncias.
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