Jefferson Farfán Mendoza

El futbolista Jefferson Farfán no pasa por un buen momento profesional debido a que desde hace tres meses no encuentra equipo para jugar, y hoy se conoce que fue rechazado por el club de fútbol brasileño Gremio, según reveló el presidente del mencionado equipo Romildo Bolzan Jr.

El Juzgado de Familia del Cusco impuso la pena máxima prevista para menores de edad y sentenció ayer a 6 años de internamiento efectivo a los dos escolares que hace tres meses asesinaron a su compañero Jefferson Farfán (16) cortándole la yugular. Como se recuerda, el motivo del brutal ataque fue una venganza porque, en 2010, Farfán le quitó un pan a uno de sus victimarios.

Una vieja rencilla por un pan habría sido el motivo por el que dos hermanos, de iniciales A.J.H.P. (17) y R.D.H.P. (14), decidieron acabar con la vida de su compañero de clases Jefferson Farfán Mendoza (16) el 28 de noviembre del año pasado. Thomas Farfán Ibarra (49), padre del escolar asesinado, reveló que durante la reconstrucción de los hechos, realizada el último lunes en la vivienda de los menores –donde se cometió el crimen–, estos confesaron detalles de cómo torturaron y mataron al escolar.

En medio del dolor de sus familiares y la denuncia de que hubo cómplices que están escapando de la justicia fueron enterrados ayer, en el Cementerio General de Lucre, los restos de Jefferson Farfán Mendoza, el escolar de 15 años del colegio San Antonio Abad del Cusco que fue degollado por su compañero de clase y el hermano de este en una acción que, al parecer, fue premeditada.

En medio del dolor de sus familiares y la denuncia de que hubo cómplices que están escapando de la justicia fueron enterrados ayer, en el Cementerio General de Lucre, los restos de Jefferson Farfán Mendoza, el escolar de 15 años del colegio San Antonio Abad del Cusco que fue degollado por su compañero de clase y el hermano de este en una acción que, al parecer, fue premeditada.

Cusco está conmocionado. Un menor de 15 años, identificado como Jefferson Farfán Mendoza, quien cursaba el quinto año de secundaria en el colegio San Antonio Abad, fue atacado con un hacha y, luego, degollado con una hoja de afeitar por su propio compañero de aula y por el hermano menor de este.