Debido a la congestión vehicular que genera el servicio del Corredor Azul en Miraflores, el alcalde de ese distrito, Jorge Muñoz, anunció que el paradero final de los buses azules ubicado en Armendáriz se trasladará en un plazo de siete días al cruce de las avenidas 28 de Julio y Larco, a fin de que retornen al inicio del recorrido.
El burgomaestre indicó que dicha decisión se tomó tras una reunión que sostuvo con Gustavo Guerra García, presidente de Protransporte, en la que le comunicó sobre la acumulación inusitada de vehículos en el óvalo de Miraflores, el cual –según dijo– “no está preparado para el volteo de buses tan grandes como son estos” y que afectaba la residencialidad de los vecinos de dicha calle.
“Adicionalmente a esto, al frente donde hay un grifo, muchas veces los conductores dejaban los buses parados y se iban a los baños. Hay mucha acumulación de gente en la zona, han habido problemas de intentos de robo, acoso sexual y cosas por el estilo”, señaló la autoridad edil a Canal N.
“En esta zona tampoco Protransporte había puesto inspectores, nosotros hemos tenido que poner a nuestra propia gente para poder permitir que las personas puedan cruzar, circular con tranquilidad y seguridad sobre todo en este lugar”, añadió.
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