General Jorge Chávez (COEN): "No podemos vivir asustados diciendo 'Dios mío, que no llueva'"

Desde hace varios días, su teléfono no para de sonar. Derrumbes, huaicos, muertos y damnificados son las noticias que recibe el general Jorge Chávez, vocero del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), quien en diálogo con Perú21 nos explica sobre su activa participación frente a este estado de emergencia que a diario cobra nuevas víctimas. A pesar de la fuerza de la naturaleza y a las deficiencias de la ciudad este organismo se pone al frente y le hace la lucha a las lluvias y huaicos. Acá su diagnóstico.

Tras los desborde de ríos, casas derrumbadas y miles de damnificados. ¿Cuáles son las principales diligencias que están realizando?

-Las Fuerzas Armadas, la Policía y los Bomberos tienen como prioridad la evacuación de la gente en las zonas afectadas para garantizar su seguridad. La Municipalidad de Lima está a cargo de dar albergue a los damnificados. Estamos movilizando las máquinas para reparar el cauce del río para que no siga desbordándose en la zona de Carapongo, en Chosica. En provincia se está evacuando a la gente con helicóptero.

Hasta se derrumbó el puente ‘Solidaridad’ de San Juan de Lurigancho. ¿La magnitud de estos desastres se pudo evitar?

-No, porque la fenomenología que se está presentando se suscitó de un momento a otro. Todo ello es porque se elevó las temperaturas frente a las costas del norte. Es decir, Tumbes, Piura y Lambayeque y ese incremente se ha desplazado a Trujillo, Chimbote y hacia Lima. En cuanto al puente saquen ustedes sus propias conclusiones.

Pero se pudo aminorar algunos daños

-Lamentablemente, el sistema de drenaje ni el encauzamiento de los ríos es efectivo en Lima ni en el norte del país. Otro de los problemas es que con el paso del tiempo el ancho del río Rímac que es de 150 metros se ha recortado y en esa zona se ha construido viviendas, canchas de fútbol y otras estructuras. Hay que tener las previsiones adecuadas para que los ríos puedas comportarse de manera adecuada de acuerdo al ancho que deben de tener para que el caudal permita una navegación tranquila. Se tiene que dar una mejor protección al río Rímac. En la selva la situación es diferente porque están preparados para soportar las lluvias.

¿De quién es la responsabilidad de que no se haya tomado las previsiones necesarias?

-Disculpe pero yo soy un soldado y a mí no me corresponde decir eso.

Ante la emergencia, el presidente Pedro Pablo Kuczynski anunció diversas acciones. ¿son efectivas?

-He estado en diversas coordinaciones y aún no he tenido tiempo de analizarlas. Además, prefiero no hablar de temas políticos.

Bueno, ¿Cuál es el último reporte del COEN?

-Hasta el momento, hay 70 mil damnificados a nivel nacional, 570 mil afectados. Además, hay 65 fallecidos. Incluyendo a los tres del accidente en Otuzco, donde murieron tres personas, desaparecieron dos, debido a que se voltearon dos buses y dos combis ayer por la noche. La cifra de fallecidos en esta zona se puede incrementar.

¿Hasta cuándo lloverá?

-Según el Enfen (Estudio Nacional del Fenómeno El Niño) esto será recurrente hasta fines del mes de abril. Yo diría que hasta tres semanas más.

Es decir, que los huaicos continuarán en diversas zonas del país…

-No se puede dar ese tipo de especificaciones porque la fenomenología es variante. Solo podemos dar reportes cada tres días.

En todo caso, ¿cuáles serán las zonas más afectadas del país?

-Trujillo, Lambayeque y Áncash. La frecuencia de las lluvias en las zonas de la sierra central se van a seguir produciendo y eso va hacer que el nivel del caudal de los ríos se siga incrementando.

¿Los ríos seguirán caudalosos en Lima?

-Hay indicaciones de que sí. Por ello, hay que tener limpio los ríos para que sigan su cauce. Para los próximos años se deben de proteger los cauces de los ríos para no estar asustados permanentemente. Se tiene que anchar y profundizar los canales de los ríos para que llueva lo que Dios quiera y no pasa nada. Como sociedad y como país no podemos vivir asustados y diciendo: “Dios mío, que no llueva”, “Dios mío, que sí llueva”. Hay que tomar previsiones.