Mientras decenas de personas se movilizaban ayer en defensa del exobispo Gabino Miranda –destituido tras ser acusado de pedofilia–, el arzobispo de Ayacucho, monseñor Salvador Piñeiro, confirmó que la disposición del Vaticano se debió a “actos impuros” cometidos por el exsacerdote.
Piñeiro explicó que, por decisión del Papa Francisco, el pasado 5 de julio, Miranda recibió la máxima sanción para un cura: la pérdida total del estado clerical. Empero, no dio más detalles sobre la dimisión.
Sin embargo, la revista Caretas informó ayer que sería un monaguillo de 14 años oriundo de Huanta quien denunció al exobispo, el año pasado, por tocamientos indebidos durante un acto de confesión, hecho que habría sido denunciado por Piñeiro ante el Vaticano.
No obstante, el arzobispo ha negado dicha información y ha asegurado que en sus dos años de trabajo frente a la iglesia ayacuchana nunca recibió denuncias contra Miranda.
“Eso es mentira. De haberla recibido (la denuncia), se habría investigado, por supuesto. No soy cómplice”, aseveró.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.