Unas 25 personas mataron a 300 vicuñas para sacarles su fibra y carne en la localidad de San Miguel de Mestiza, provincia de Aymaraes, en Apurímac, informó el presidente regional Elías Segovia.
“Esta gente tiene armas de largo alcance. (…) La comunidad campesina no puede capturar ni siquiera a uno porque están armados. (…) Hay dos patrulleros que están en la pista y los cazadores furtivos están en los cerros”, declaró la autoridad regional a RPP Noticias.
Dijo además que, al parecer, se trataría de sujetos que conocen el negocio, pero que se les puede capturar si la Policía envía refuerzos con personal armado. Se calcula que el valor de la carne y fibra superaría los US$120 mil dólares.
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