24.ABR Miércoles, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados

Políticos opositores a Alberto Fujimori reviven el 5 de abril de 1992 para que nadie olvide [Crónica]

César Barrera Bazán, Alberto Borea Odría y Edmundo del Águila estuvieron en el Congreso de 1992 hasta antes de su disolución.

Han pasado 25 años desde el autogolpe de Alberto Fujimori. Hablan los protagonistas.
Han pasado 25 años desde el autogolpe de Alberto Fujimori. Hablan los protagonistas.
Mariella Sausa

Mariella Sausa

Domingo 5 de abril de 1992. Eran las 10:30 de la noche. Justo cuando el entonces presidente Alberto Fujimori anunciaba la disolución del Congreso y la implementación del denominado Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional, el vicepresidente de la Cámara de Diputados de esa época, César Barrera Bazán, era rodeado en su vivienda de Comas por un numeroso contingente policial que contaba con los refuerzos de la Marina.

“Estaba en mi domicilio cuando me avisaron que algo pasaba. Quise salir de mi casa y me di con la sorpresa de que toda la manzana estaba cercada por efectivos de la Policía y de la Marina, que habían montado un operativo descomunal en mi condominio. Entonces, fui extraído de mi casa a la fuerza, sin una orden judicial pertinente y con destino desconocido. Mi familia se desesperó”, recuerda Barrera Bazán.



El 5 de abril de 1992 el ex diputado César Barrera Bazán fue detenido a la fuerza y estuvo secuestrado durante 8 días en un barco de la Marina. (Mario Zapata)

El ex diputado fue llevado a la fuerza al barco de la Armada Peruana Elías Aguirre, donde permaneció durante 8 días: “Me di cuenta que se trató de un vulgar secuestro. Nunca nos dijeron por qué nos habían detenido. Estuve incomunicado, sin derecho a defensa, sin saber lo que pasaba afuera, mientras que mi familia indagaba por mí y nadie les daba razón”.

Barrera Bazán rememora que esa noche fue el primero en ser traslado a ese barco, al que luego llegaron el general de la Policía, Fernando Reyes Roca, el ex presidente de la Cámara de Diputados, Luis Negreiros Criado, y el ex director de Seguridad del Estado, Fernando Luque Cervantes. Cada uno estuvo en un lugar diferente, pero los pudo reconocer por la voz.

Un día, sin tampoco mediar explicación alguna, los detenidos fueron liberados. Pero con lo que no contaban sus captores era que, durante los días de encierro, el exdiputado logró extraer un documento en el que se indicaba que su detención era orden del presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Nicolás Hermoza Ríos, por disposición superior.

“La disposición superior se refería al presidente Alberto Fujimori, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Y precisamente por ese secuestro fue condenado, porque eso no fue solo un atropello, fue un delito. Ahora, 25 años después de ese día, condenamos el autogolpe. Es un hecho que no debe repetirse nunca más, porque fue el inicio de la corrupción en el Estado, el envilecimiento de la forma de hacer política y la compra de conciencias”, subrayó.


Los medios de comunicación no nos daban entrada

Otra persona que recuerda claramente la noche del 5 de abril es el ex senador Alberto Borea Odría. Regresaba de un viaje a Argentina, cuando fue sorprendido por la noticia del autogolpe de Estado. “El doctor Chumpitaz me fue a recoger al aeropuerto y me avisó que se había producido el golpe de Estado. Rápidamente hicimos una estratagema para ponerme a salvo porque sabíamos que algo podía pasar”, comenta.



Alberto Borea Odría era senador en 1992 y crítico al gobierno, por eso tuvo que buscar refugio para no ser detenido tras el autogolpe. (Mario Zapata)

Borea sabía que si iban a detener a algunos opositores al Gobierno y él, sin duda, estaría en la lista, porque entonces era uno de los más críticos a Fujimori. Decidió no ir del aeropuerto a su casa. Prefirió buscar refugio en un lugar seguro.

“Estuve con una persona muy querida de nosotros que nos tuvo en su casa cerca de una semana. Desde ahí hacíamos lo que podíamos para pelear porque los medios de comunicación no nos daban ningún tipo de entrada, ya que la mayoría respaldaba a Fujimori”, señaló.

Sin embargo, Borea no se quedó de brazos cruzados. Desde el Foro Democrático se convirtió en la voz para recordar este hecho y no permitir este tipo de dictadura en el país nunca más: “Lamentablemente nos ha tomado mucho tiempo entender el tema. Hoy en día hay personas que estuvieron con Fujimori durante toda la década de su gobierno y no se dieron cuenta que vivíamos en una dictadura. Espero que los que apoyaron a Fujimori y ahora condenan el 5 de abril realmente piensen eso, porque no los hemos escuchado decir nunca que se arrepienten de lo que hicieron”.

A 25 años del autogolpe, Borea reflexiona y dice que, más allá de lamentar y condenar el 5 de abril, es necesario trabajar para recuperar la democracia. “La tarea aún no ha acabado. El Perú votó por presidentes que prometieron acabar con la corrupción de Fujimori, pero nada ha cambiado. Hay que retomar la tarea pendiente de reformar la Constitución”, enfatizó.

Fujimori, ¿arquitecto de la democracia?

El actual congresista Edmundo del Águila era diputado en el Congreso de 1992 cuando ocurrió el autogolpe y no olvida: “Yo era diputado por Lima, pero ese día estaba haciendo una visita a San Martín. El mismo domingo escuché el mensaje nefasto del presidente Fujimori, donde él sin decirlo renunciaba a la democracia, renunciaba a la dignidad y a respetar los derechos de las personas, para convertirse en un dictador, gobernando con malos militares y sometiendo al pueblo”.



El congresista Edmundo del Águila agradeció que el oficial que tenía que detenerlo tras el autogolpe no lo hiciera. (Mario Zapata)

Mientras Del Águila escuchaba a Fujimori, se presentaba en el hotel el jefe de la zona de Emergencia del Huallaga: “Venía a detenerme, pero no lo hizo. Más bien, a diferencia de otros casos, me dio la seguridad y garantizó mi integridad. Para mí fue un gesto importante y significativo”.

Del Águila dijo que el golpe no era necesario, porque la democracia tiene sus propias reglas que permiten gobernar aún en la adversidad.

“Pero los golpes de Estado no se dan por razones, sino por pretextos y para Fujimori, el fin justifica los medios. Creo que más que el arquitecto de la democracia moderna, como él se autodenomina, es el arquitecto de la nueva dictadura, porque él hizo una dictadura civil militar y hasta ese entonces las dictaduras eran solo militares”, indicó.

Los recuerdos del 5 de abril están frescos en la memoria de sus protagonistas y de aquellos que presenciaron desde casa la manera en que se instauraba un nuevo régimen en el país. Hoy 5 de abril, la voz de Fujimori se ha escuchado, como una cinta vieja que uno pone para no olvidar. Disolver, disolver… Suena en todos lados, como en la memoria de estos políticos que vivieron muy de cerca el autogolpe.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.