Tengo 40 años y estoy solo

Las técnicas de organización efectiva del tiempo parecen brindar solución a los problemas de las personas. Los expertos en la administración de horas aseguran que hay tiempo para todo y que, simplemente, es cuestión de establecer prioridades, planificar y ser responsable.

Sin embargo, la realidad es que no hay tiempo para todo. Hay que sacrificar algunas cosas en favor de otras más importantes. “Tengo 41 años y no me quejo en cuanto a lo material, pero me falta alguien con quien compartir mi vida”, confiesa Cristian. “He trabajado desde los 20 años hasta hoy. Tengo casa propia, auto y un empleo que me permite vivir sin lujos pero tranquilo. Sin embargo, siento que he dejado de lado al amor”, agrega.

“Puedes ser exitoso, entre comillas, cuando tus amigos te preguntan cómo estás y les cuentas que te va muy bien”, afirma Luciana (43). “Sin ser fanfarrona, les digo que mi empresa está creciendo, que soy mi propia jefa y que hasta me han entrevistado en algunos periódicos. Lo digo con orgullo. Pero cuando me preguntan cuándo me caso o me bromean con eso de que se me va el tren, me siento un poco triste. No tengo pareja”.

“No es que sea muy exigente, simplemente me han sacado la vuelta, me han mentido y hasta han intentado pegarme”, se queja Dania (40). Quizás es mi culpa por no haber escogido bien a mis parejas, pero la verdad es que he llegado a la base cuatro hace dos semanas y he sentido un choque emocional.

Tengo un perrito que me ladra y un trabajo que me hace feliz, pero he fracasado en el amor”.

NO ES TARDE
La soledad no siempre es una elección. Si bien hay quienes están felices y solteros a los 40 años, hay personas de la misma edad que sufren porque no tienen la vida amorosa que quieren.

La década de los 40 años puede ser difícil, ya que es una época que se percibe como el inicio del resto de la vida. Muchos experimentan la “crisis de la mediana edad”, la cual suele manifestarse mediante depresión, preocupación por la apariencia, cambios en la conducta, en fin.

Lo cierto es que estar en la base cuatro tiene ventajas. A esa edad, en teoría, uno tiene más claro lo que busca en una relación. En teoría, ojo, porque el amor puede ser tormentoso a cualquier edad.

Otra ventaja –y que no suene frívolo– es que si hablamos de adultos que invirtieron más fichas en el trabajo que en el amor, entonces, gozan de una posición económica estable.

En general, nunca es tarde para enamorarse. Es cuestión de hacerle espacio en la agenda.

DATO

- El amor después de los 40 años no es mejor ni peor, solo distinto. Por lo general, las personas a esta edad ven al amor como un camino para fortalecerse emocionalmente, compartir experiencias y mirar hacia objetivos comunes.