Comer de vez en cuando alimentos fritos no está mal. El problema radica en el exceso.
Según la nutricionista Stephanie Pflucker, al freír se producen una serie de cambios en la estructura del aceite. Peor si se usa aceite recalentado. Las reacciones químicas dan origen a sustancias tóxicas que influyen en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer y enfermedades coronarias. Por ejemplo, los ácidos grasos insaturados del aceite, buenos para el organismo, se transforman en ácidos grasos saturados, los cuales son altamente peligrosos para la salud.
En tal sentido, la especialista sugiere la elección de otros métodos de cocción más saludables, tales como el horno y la plancha. Ahora bien, si va a freír de todas maneras, use una cantidad mínima de aceite y no más de una vez.
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