Diferenciarse académicamente del resto de estudiantes ya es un requisito básico para llamar la atención de una empresa. Sin embargo, el éxito dentro de una compañía no solo depende de eso. También puede ser definido por tus habilidades complementarias, como la concentración, memoria, orden y liderazgo, entre otros. Luis Alberto Vásquez Saavedra, pedagogo, psicólogo y director del Centro de Innovación en Metodología de Estudios (Cimet), nos da algunas luces de las habilidades que hoy buscan las empresas.
Además de conocimientos, ¿qué habilidades deben tener los nuevos profesionales?
-Es muy importante que durante su época universitaria desarrollen la atención y concentración, la memoria y la comprensión. No tenemos buenos profesionales porque a los alumnos no les gusta estudiar, les parece aburrido. Esto es porque carecen de una metodología. El estudiante de pregrado piensa que estudiar es leer y leer. Lo que tiene que hacer es trabajar su concentración. De esta manera, el conocimiento se queda para siempre. Sin esta habilidad no podrá producir al 100% en una empresa.
¿Hay otras competencias que se deban tomar en cuenta?
-Dos más. La primera es la memoria. En el trabajo siempre hay que retener datos, cifras, números, nombres. Si esto no se ha ejercitado cuando uno es estudiante, se tendrá problemas o demoras al ejecutar una labor en una compañía, o dificultades para responder con convicción y rápido en reuniones. La otra habilidad que se debe tener es la comprensión. En el trabajo hay que saber asimilar las directivas o entender el pensamiento de los dueños o gerentes, para luego organizar ideas que se pondrán en práctica. Eso se puede lograr con el ejercicio de la lectura organizada. Ello implica sacar de un libro los conceptos principales, las ideas secundarias y leer entre líneas el pensamiento del autor.
¿Por qué es importante para las empresas que se desarrollen estas habilidades?
-El hombre es costumbre, hábito y necesidad. Si un estudiante o trabajador reúne estas características, será mucho más productivo. Uno no debe estudiar o laborar cuando uno quiere o le da la gana, debe tener un horario, ser puntual, tener un organigrama. Muchos jóvenes no están preparados para esta disciplina de la vida y, pese a tener los conocimientos y la habilidad necesarios para destacar en un trabajo, no logran sobresalir por carecer de las cualidades que menciono.
¿Las herramientas digitales también son una ayuda para hacer más competente al futuro profesional?
-La tecnología sirve de mucho para los estudiantes y profesionales para hacer cuadros, organizar las labores, tener un conteo de las cosas. Eso sí, hay que tener cuidado de no mezclar las redes sociales con el trabajo. La imagen de un futuro profesional debe ser impecable para ser atractivo para una compañía. No debe mezclarse con la vida privada.
¿Qué consejos les daría a los estudiantes que logren un puesto en una empresa?
-Que conozcan y se adapten a las exigencias de la compañía. Eso puede asegurarles el éxito. En el ámbito profesional debemos estar preparados para hacer las cosas de un modo muy diferente a como las hacíamos como estudiantes. Ya estamos en otro campo. Pero si nuestro objetivo es el cambio, no queda otro camino que aportar un nuevo valor y presentar nuevas credenciales profesionales, así como capacidades y habilidades completamente distintas pero siempre adaptadas al nuevo mercado.
Dato
- El conocimiento de idiomas –que antes era una clara ventaja competitiva– ahora es un bagaje de obligado cumplimiento. El que no lo tiene está en falta.
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