El primer número de Pornotopía se ha presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro de Cusco, concluida el pasado fin de semana. Editada en enero de este año, tan audaz propuesta promete abrir la veda a una periodicidad cuatrimestral, para imbuir de sexo, erotismo y pornografía un panorama local yermo en ese terreno.
LOS PORNOTÓPICOS
La revista es iniciativa del bachiller en Arquitectura Julliver Luis Serna Rodríguez, quien encabeza un equipo de jóvenes pensadores hartos de tanta pacatería y oscurantismo social en relación al sexo, y conformado principalmente por la psicoanalista argentina Perla Vega, los antropólogos Hanssel Choque y Goliárd C. Tohaline, y un considerable tropel de estudiosos y artistas interesados en la materia.
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Pornotopía toma su nombre prestado del concepto inventado por la filósofa española Beatriz Preciado, y que hace referencia, según explica el propio Julliver en la presentación de la revista, al “lugar del discurso que transgrede, implica un dónde, y además un cómo, incorporando también en su topografía el componente sexual”.
CLÁSICOS DE LA TRANSGRESIÓN
Pornotopía número 1 no se complica la vida a la hora de presentar un primer menú sexual a sus lectores: en su sumario se hallan artículos divulgativos y ensayísticos sobre clásicos de la transgresión, como una reflexión sobre el estilo liberal y vividor transmitido históricamente por la revista Playboy; los infortunios del escritor Leopold von Sacher-Masoch, quien diera nombre, a su pesar, al masoquismo; un repaso a la vida del nunca superado en infamia y osadía Marqués de Sade; o la aportación del filósofo Nietzsche a la posibilidad del gozo del sexo sin cargar a cuestas la lápida de la culpa cristiana.
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Pornotopía hace sensual hincapié en una reivindicación de los sentidos y una celebración pagana de la piel, aportando como valiosa producción propia una sobresaliente y naturista serie inédita del fotógrafo Boris Mercado, que toma las calles del mítico barrio de San Blas para llenarlas de hermosos cuerpos desnudos, femeninos y masculinos, andinos y foráneos: ejercen de modelos desde la sensual Salander al desinhibido artista francés Thibault Laury, aderezados sus retratos por inspirados poemas de Willni Dávalos y Pavel Ugarte Céspedes.
El discurso de Pornotopía y sus jóvenes responsables está claramente dirigido a quebrar los silencios y represiones que impone el tradicionalismo conservador sobre el que suele erigirse nuestra civilización.
Por Hernán Migoya (sexo21@peru21.com)
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