El consumo de carne procesada, como chorizo, hot dogs y jamón, puede causar cáncer, y la carne roja “probablemente” también lo haga, según un estudio reciente publicado por el grupo de cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio, llevado a cabo por La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) concluyó que existe “evidencia suficiente” de que el consumo de carne procesada causa cáncer al colon y al recto.
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Mientras, clasificó el consumo de carne roja como “probablemente carcinógeno” para los humanos, basado en “evidencia limitada” de que este tipo de alimento puede causar cáncer colorrectal, pero también de páncreas y de próstata.
Fueron 22 expertos de 10 países los que participaron en el estudio que está publicado en The Lancet Oncology.
Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.
“Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, explicó el doctor Kurt Straif, jefe del Programa de Monografías de la IARC.
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“Estos hallazgos confirman las recomendaciones actuales que hay de reducir el consumo de carne”, afirmó el doctor Christopher Wild, director de la IARC.
Pese a ello, recordó el “valor nutricional” de la carne roja, por lo que estimó que las conclusiones del estudio servirán a gobiernos y agencias reguladoras para emitir sus propias recomendaciones dietéticas.
DATOS
La IARC especifica en el comunicado que con carne roja se refiere a “todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra”.
Por su parte, la carne procesada hace alusión a “la que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación”.
La mayoría de este tipo de alimentos contiene carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves o subproductos cárnicos como la sangre, y algunos ejemplos son las salchichas, el jamón, la carne en conserva, la cecina, la carne en lata, o las preparaciones y salsas a base de carne.
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