Los medios de comunicación tienen la labor de informar. Sin embargo, no todas las noticias son felices. En coyunturas como las de hoy en día, en las que la seguridad ciudadana se ha convertido en un tópico crítico y preocupante, la labor de los padres resulta fundamental para guiar a sus hijos.
“Los niños no deben ver noticieros”, asegura Manuel Saravia, psicoterapeuta del Instituto Guestalt de Lima. “Lamentablemente, los contenidos que se ofrecen no son para ellos, no están preparados para procesar esa clase de información. Entonces, poner límites resulta lo más apropiado”, afirma.
Saravia considera que las noticias que reflejan el incremento de la violencia en las calles pueden hacer que el niño fabrique fantasías catastróficas, es decir, que piense que algo malo le pasará a él o a sus seres queridos.
“No hay que burlarnos del miedo de nuestros hijos ni sancionarlos o engañarlos. Lo que deben hacer los padres es debatir sobre esa información, enseñarles a cuestionar, a racionalizar, a darle la vuelta al asunto, de modo que no crean al pie de la letra lo que dicen los medios”, apunta Saravia.
Tal vez no se puedan ocultar que cosas malas ocurren todos los días en el mundo, pero es tarea de los padres evitar que los hijos se sugestionen y magnifiquen la realidad hasta niveles poco saludables.
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