La meningitis es una enfermedad devastadora. De no ser detectada y tratada a tiempo puede dejar graves secuelas en los niños, tales como ceguera, alteraciones neurológicas y amputaciones.
Básicamente, se trata de una inflamación de las meninges –las capas que cubren el cerebro– provocada, principalmente, por las bacterias neumococo, haemophilus o meningococo (esta es la más agresiva de las tres). En muchos casos, el paciente puede llegar a morir por culpa de esta enfermedad.
“Si el niño tiene fiebre alta, puntitos rojos en la piel o cambios en la conducta, hay que llevarlo inmediatamente al médico. Podría tener meningitis”, señala Eduardo Chaparro, pediatra del Hospital Cayetano Heredia.
A PREVENIR
Cualquiera puede desarrollar meningitis. Sin embargo, Chaparro afirma que niños y adultos mayores corren más riesgo. Por ahora, la mejor medida preventiva consiste en la vacunación.
Las vacunas contra neumococo y haemophilus se ofrecen gratuitamente en centros de salud del Estado, pero la vacuna contra el meningococo debe ser adquirida de forma particular.
“Las vacunas pueden ser aplicadas desde los primeros meses de vida hasta los 55 años de edad”, precisa Chaparro. Para tomar nota.
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