- Los colores neutros, como blanco, gris y beige, son perfectos para las paredes, ya que permiten un entorno fresco, luminoso y de lujo. A su vez, permiten destacar muebles o accesorios brillantes, hechos con un acabado en plata o cobre.
- Otra opción es emplear el negro en lugar de tonos claros, y añadir veladores, portavelas o tapices con apliques dorados. Ambos recursos en combinación ayudan a crear un dormitorio con alto contraste.
- En este tipo de ambiente no pueden faltar los espejos con acabado en pan de oro, o las mesas de noche fabricadas con base de acero y tablero de vidrio, por su esencia sofisticada.
- Si nos referimos a la cabecera, una alternativa son las diseñadas con la técnica capitoné, la cual también se puede emplear en el marco de un espejo o una banqueta.
- Incluya una ropa de cama de fibras delicadas y naturales, como la seda, el algodón o el lino. Y si se trata de la cabecera, es posible revestirla con terciopelo para darle más textura al ambiente.
- Decore el ambiente con accesorios fabricados en mármol, como lámparas y cajas decorativas, para así acentuar el estilo glamoroso.
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