Colonizar otros planetas es uno de los grandes sueños de la humanidad. Lo cierto es que en determinado momento, este anhelo romántico se convertirá en una necesidad. Calentamiento global, dictadores con misiles nucleares, rocas que llegan desde el espacio: hay muchas razones –léase amenazas– para querer abandonar este planeta.
La NASA está orientando sus misiones hacia este escenario. Una de las metas de la nave Curiosity, por ejemplo, es determinar si Marte tendría las condiciones para albergar vida en el futuro.
Ahora, la agencia ha anunciado el lanzamiento de The Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS), un satélite equipado con cuatro telescopios espaciales que estará en órbita en el año 2017. La agudeza de estos instrumentos supera largamente a la de otros telescopios usados antes, como el Kepler.
TESS es un proyecto que contará con la participación de científicos de la NASA y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
“La meta es identificar planetas terrestres en las zonas habitables de estrellas cercanas”, señala el comunicado oficial publicado por la NASA. Sara Seager, profesora del MIT y miembro del equipo, señala que este satélite “ha acelerado nuestras chances de encontrar vida durante la próxima década”.
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