Cleopatra, además de reina faraón del antiguo Egipto, fue una emperatriz del sexo oral. Diversas fuentes sugieren que ella habría realizado felaciones a más de diez mil varones, una cifra asombrosa que merece corroboración. Se podría especular que Cleopatra sabía que brindar sexo oral y dominar los secretos del mismo requería mucha práctica.
DOS MIL AÑOS DESPUÉS
“Jamás metería su pene en mi boca. Tampoco dejaría que mi enamorado pase su lengua en mi ‘tesorito’. ¡Qué asco! Además, mira lo que le pasó a Michael Douglas: por poner la boca donde no debe ahora tiene cáncer”, confiesa Brenda (27). Ella, a diferencia de Cleopatra, nunca ha realizado una felación a hombre alguno. Lleva cinco años de relación con Mario y no se ha atrevido a estimular de manera oral el miembro viril de su novio. “Me gustaría que lo intente, cómo no, pero no la puedo obligar a hacer algo que no quiere”, cuenta Mario. Lo cierto es que hay muchas mujeres que piensan como Brenda. Es decir, damas que consideran que el sexo oral es un tabú, o que es práctica desagradable, incluso peligrosa.
Vayamos por partes. El sexo oral como tabú: cierto, aún lo es. De hecho, era una práctica sexual que estaba enmarcada con el rótulo de parafilia, lo cual tenía una connotación nada positiva y asociada más bien a la perversión. Por ejemplo, en ‘El Libro de la Vida Sexual’, un manual publicado en 1973 por el psiquiatra español Juan José López Ibor, las definiciones de felación y cunnilingus están ubicadas en un apartado titulado ‘Los fenómenos neuróticos del contacto oral’. Según el autor, suelen ser prácticas propias de personas con “inmadurez psicosexual”. Los tiempos cambian.
Otro punto: el sexo oral como acto desagradable. En efecto, puede serlo. Sobre todo si la persona que recibe el favor sexual no se ha aseado correctamente los genitales. Hay que recordar que es una zona delicada, húmeda y propensa a acumular bacterias. Tampoco hay que olvidar los olores que se desprenden por diversos factores. Sin embargo, una limpieza adecuada puede conjurar estos posibles obstáculos.
Finalmente: el sexo oral como práctica peligrosa. Hay mucho de cierto en esto. El sexo oral sin protección implica un alto riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. Males como hepatitis, VIH o el virus del papiloma humano (VPH) pueden adquirirse mediante esta vía. Las parejas fieles, sanas y que se realizan despistajes de manera frecuente reducen en gran medida la posibilidad de contagio. ¿Lo habrá sabido Cleopatra?
DATOS
- Se cree que en China existió una sociedad secreta llamada ‘Tigresas Blancas’. Una de sus labores consistía en realizar sexo oral a los hombres a fin de extraerles energía.
- ¿Es posible adquirir VPH mediante el cunnilingus y desarrollar cáncer, como dijo el actor Michael Douglas? Es posible, pero muy poco frecuente según las estadísticas.
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