El portal Gizmodo tuvo acceso al interior de una fábrica de Lego y sus cámaras lo enfocaron todo. Desde los materiales usados para la creación de los ladrillos hasta el almacenamiento en gigantescas ‘catedrales’ donde posteriormente pasan a ser decorados.
Primero mira el almacén (que mide medio kilómetro):
Está lleno de granulados de plástico que es succionado a los moldes, hay hasta 70 colores distintos. Todo se mueve en tuberías.
Y ahora el cuarto de moldeado:
Aquí las máquinas reciben al granulado y lo calientan a 250°C y el plástico líquido es inyectado en los moldes. Lo que sobra se recoge y se vuelve a usar.
Estas máquinas producen 600 piezas por segundo. 36 mil por minuto. 2 millones 160 mil por hora y 19 mil millones al año.
Un sensor detecta que las cajas están llenas y una máquina las recoge y las transporta.
Y ahora lo que falta:
Los siguientes pasos son el almacenamiento en un área de 170 kilómetros cuadrados. Dos ‘catedrales’ contienen las piezas y ocho robots se encargan de mover las cajas.
Dependiendo del tipo de modelo que se necesite para decorar y empaquetar, las piezas se solicitan y se envían. Las máquinas controlan todo y lo hacen a la perfección para luego llegar al sellado y luego a tus manos.
Todo esto es genial… ¡como la canción!
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