Se han presentado 24 candidaturas LGBT entre el año 2006 y 2016

La participación política de la comunidad LGBTI en el Perú ha aumentado considerablemente. Entre el 2006 y el 2016 se han presentaron 24 candidaturas LGBTI; 11 en elecciones regionales y municipales y 13 en elecciones generales. Las cifras son reveladoras e inéditas en comparación con procesos electorales anteriores.

Así lo muestra el reciente estudio ‘Igualdad para construir democracia: Análisis de las candidaturas LGBTI en los procesos electorales 2006 al 2016’, elaborado por el Jurado Nacional de Elecciones junto con el apoyo de diversas instituciones del Perú.

El libro fue presentado esta semana en la Feria Internacional del Libro de Lima.

En 2006, por primera vez, se presentaron solo 4 candidaturas abiertamente LGBTI: Susel Paredes (lesbiana), Belissa Andía Pérez (trans femenina), Jana Villayzán (trans femenina) y Jorge Bracamonte (gay). (Todos pertenecen al Partido Socialista Peruano, salvo la candidatura de Andía Pérez).

El estudio plantea que estos candidatos postularon no necesariamente con el objetivo de ser electos, sino con el propósito de poner en la agenda pública los derechos de esta población que, de acuerdo al mismo estudio, “han sido históricamente invisibilizadas y excluidas”.

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Casi diez años después, para las elecciones de 2016, se presentaron 7 candidaturas, saliendo electos el congresista Alberto de Belaunde y Carlos Bruce, quienes son abiertamente homosexuales.

Y en las últimas elecciones subnacionales de 2014 resultó electa Luisa Revilla (mujer transgénero), como regidora distrital de La Esperanza en La Libertad y Víctor Manuel Nieves (gay), como regidor provincial de San Martín, en la misma región.

El aumento de la participación LGBTI en la política no solo se manifiesta en un mayor número de candidaturas, sino también en la cantidad de organizaciones políticas —en su mayoría, de izquierda— con propuestas para esta población en sus planes de gobierno.

En 2006, de 20 organizaciones, solo dos incluyeron políticas LGBTI en sus planes de gobierno; en 2016, de 19 agrupaciones, 8 lo hicieron.

El estudio afirma que campañas como la aprobación de la Unión Civil en el Perú, sumado al apoyo de algunos candidatos a la presidencia y otras movilizaciones colectivas —así como, por ejemplo, ‘Besos contra la homofobia‘— ayudaron a conseguir una mayor visibilización mediática sobre esta alentadora situación.

Los próximos desafíos, concluye el estudio, consisten en incorporar el enfoque de derechos en el debate sobre la reforma electoral; capacitar a los operadores de todos los espacios electorales en temas de diversidad sexual, y garantizar el ejercicio de los derechos políticos durante los procesos electorales.

Sin duda, aún queda mucho por hacer.

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