Fabiana Sanchez
@Fabianasd
En el año 2013, el gobierno de Ollanta Humala declaró de interés nacional la modernización de la Refinería de Talara, y al año siguiente Petroperú firmó el contrato con la empresa de ingeniería Técnicas Reunidas de España para la ejecución de este proyecto.
¿Qué es lo que contiene el contrato? No lo sabemos, pues luego de que este diario hiciera dos solicitudes –el 17 de febrero y el 9 de marzo– a través de la página de Transparencia de la empresa estatal, la respuesta que se nos dio fue que “por normas de confidencialidad” no se podía brindar una copia.
La empresa se niega a proporcionar el documento aduciendo que “contiene información considerada como secreto comercial, conforme a la Quinta Disposición Complementaria, Transitoria, Modificatoria del Decreto Legislativo N° 1031, y de acuerdo a lo establecido en la Cláusula 1.9.1 del mencionado contrato, que obliga a las partes a no divulgar su contenido”.
Al respecto, el abogado Roberto Pereira, experto en libertad de expresión y acceso a la información pública, aseguró a Perú21 que “no se puede negar el documento en su totalidad”.
“La Ley de Transparencia dice que aquella información que se encuentre contenida en documentos y que sea confidencial se excluirá, pero no pueden negar el contrato en su integridad”, afirmó.
Precisó que el secreto comercial “debe estar referido a aspectos muy concretos y puntuales, no a todo”.
Advirtió que la actitud de los funcionarios de Petroperú que negaron a Perú21 la información podría acarrear responsabilidad penal. “Por el hecho de negar información hay dos posibles imputaciones: incumplimiento de deberes funcionales y abuso de autoridad. Esto va para quien no dio la información y quien ordenó que no se comparta”, explicó Pereira.
Para el congresista Víctor García Belaunde (AP), “es inaceptable que el contrato no sea de conocimiento público, a pesar del interés que existe”.
“Es todo un misterio. Es como si fuera un secreto de guerra. Es increíble que no esté colgado en la web como sí pasa con otros contratos. En el gobierno de Humala se licitaron obras que terminaron siendo un elefante blanco”, afirmó.
En tanto, el economista Juan Mendoza cuestionó también que la empresa estatal niegue esta información que se solicita a través del portal de Transparencia.
“No entiendo cómo así el secreto comercial se aplica al saber cuál es el presupuesto de la refinería, o los detalles de su contrato. ¿Qué tipo de daño puede hacer que brinden la información? Yo entendería si Petroperú va a aplicar unos procedimientos de refinación únicos en el mundo, pero no es el caso”, comentó.
Suspicacia
El viernes nos comunicamos con el presidente de Petroperú, Luis García Rosell, y a pesar de que nos señaló que no daría detalles por el momento, comentó que “hay mucha desinformación”.
“Que los contratos no estén colgados en la web genera suspicacia. Yo he hablado con Técnicas Reunidas para subirlos. Es casi un hecho que sí colgaremos en la web la historia de los contratos, la historia del costo, para que la sociedad esté debidamente enterada”, anotó.
Hasta el cierre de esta edición, el documento aún no figuraba en la página web de Petroperú, aunque García Rosell asegura que se hará en el transcurso de la semana.
El abogado constitucionalista Víctor García Toma refirió que, ante estas declaraciones, “se sobreentiende que la propia entidad está reconociendo que no hay un secreto de por medio”.
Sobrecosto
La falta de transparencia no es el único problema en esta obra. En el año 2010 se hablaba de una inversión de alrededor de US$1,300 millones; en 2014, cuando se firmó el contrato, se dijo que era de US$3,500 millones.
Hoy, la propia empresa ha sincerado la inversión y menciona que la cifra podría llegar a US$5,400 millones.
Este aumento en el costo, de acuerdo con Juan Mendoza, seguiría esa tendencia si la obra continúa como está.
En ese sentido, propuso que se revise si es más rentable continuar o pagar la penalidad que estaría en US$500 millones. “Necesitamos saber cuánto se ha avanzado en montos invertidos y cuánto falta para que se termine. Además, es importante conocer el detalle del presupuesto acordado”, expresó el economista.
Asimismo, consideró que “al parecer ya no se trata de una modernización, sino de una nueva refinería”.
Mendoza informó que en el mundo se ha podido observar que entre 2004 y 2014, las refinerías han ganado por barril alrededor de US$5, por lo que, precisó, si esto sucediera con Talara, los beneficios serían de US$1,575 millones, lo cual no justifica la inversión de US$5,400 millones que hasta el momento requiere la obra.
Por su parte, el director de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), César Peñaranda, coincidió con Mendoza en que se está hablando de una nueva refinería y manifestó que desde un principió “pudo ser más rentable importar petróleo refinado que apostar por este proyecto”.
“El cuestionamiento nace porque habían otras alternativas en lugar de hacer la refinería. Además, nosotros no tenemos el petróleo suficiente para esto”, refirió.
Para el congresista Edmundo del Águila (AP), miembro del grupo encargado de investigar los proyectos realizados en el gobierno de Humala, el “sobrecosto en la obra lleva a pensar qué tan conveniente es una refinería para procesar un petróleo que no tenemos, y el que sí tenemos es malo”.
Indicó que una de las recomendaciones a las que podría llegar el grupo al que pertenece es que este proyecto ya no continúe, pero indicó que aún tienen que hacerse las evaluaciones correspondientes.
Datos
- De acuerdo con la Contraloría, este proyecto tiene un retraso de más de dos años.
- El vicepresidente Martín Vizcarra manifestó en Canal N que se debe revisar “el tema de la Refinería Talara”.
- Precisó que, aunque las inversiones son necesarias, “a mí me preocupa que un proyecto comience a escalar sus costos y a veces en una manera incontrolable”.
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