La virtualmente revocada regidora municipal Marisa Glave admitió que la victoria del No, en el caso de la alcaldesa Susana Villarán, se vio algo opacada por la casi segura salida de los regidores de Fuerza Social, que tendrán que abandonar el Concejo para dar paso a sus accesitarios.
“Ha sido una victoria agridulce, estamos como ante un plato de chifa”, refirió con curioso símil Glave, aunque reconoció que se siente tranquila con el resultado.
“Salvamos la gestión de la Municipalidad de Lima, eso era importante porque el 80% de las decisiones pasan por la alcaldesa (…) Yo estoy contenta con el resultado, de verdad. Hace dos semanas creía que nos íbamos todos, creía que se iba Susana, y eso me preocupaba mucho”, dijo en Abre los ojos.
Respecto a si continuará laborando en la gestión edil como asesora o en algún otro cargo similar, Glave dijo que aún no lo ha pensado, pero que ayudará a Villarán de la Puente en lo que esté a su alcance.
Además, aseguró que los regidores que ingresarán a reemplazar a los revocados –durante ocho meses, hasta las elecciones de noviembre– son personas muy preparadas y se mostró confiada en que cumplirán un buen papel.
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