El escándalo de Michael Urtecho en el Congreso ha destapado una mafia dentro del Congreso que se encarga de elegir y contratar a las empresas ‘fantasma’ Eventos Kattya y Delicias y Más, las que han brindado servicios de coffee break en eventos organizados por otros legisladores como Luciana León, Juan Carlos Eguren, Luisa María Cuculiza, entre otros.
El congresista Manuel Merino dijo a Reporte Semanal que cuando se hacen eventos, los parlamentarios no saben qué empresa trabaja para ellos, pues el trámite no lo hacen ellos.
León, por su parte, apoyó esas declaraciones y dijo que el área administrativa y logística del Legislativo se encarga de todo ello, por lo que negó que estuviera involucrada en el caso.
Dicho dominical trató de ubicar a la propietaria de Eventos Katyya, Katyya Vásquez Delgado, una madre de 25 años y paciente psiquiátrica de un hospital del Cono Norte, pero en su lugar encontró a un familiar de la joven empresaria que detalló cómo llegó a contratar con el Congreso.
Esta persona dijo a Reporte Semanal que Katyya Vásquez empezó a trabajar en eventos del Parlamento gracias a Julissa Romani, esposa de Palmiro Porras, un extrabajador del Legislativo que en abril de 2010 se hizo conocido por haber sido uno de los principales proveedores de bocaditos y toldos del despacho del entonces congresista Álvaro Gutierrez.
¿Coincidencia? Porras no solo estaría involucrado con Eventos Katyya, sino también con Delicias y Más, pues los números de teléfono que aparecen en las facturas de esta empresa son los mismos que se vieron en los recibos de Gustitos, firma de Porras que se benefició con contrataciones hace tres años.
Incluso, el tipo de letra de las facturas de Eventos Katyya es muy similar a la de la persona que llenaba los comprobantes de Gustitos.
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