La relación entre el Ejecutivo y el Congreso es cada vez peor. Lo que pretendía la insólita citación para que Alfredo Thorne se presentara ayer en el Pleno, a pesar de que ya tenía programada una cita, era, obviamente, humillarlo. Hubiera sido terrible que lo llevaran de las narices ayer, pero igual lo han citado para hoy y ahí se van a desquitar.
En el Pleno, Thorne no solo recibirá criticas sino también insultos, pedidos de renuncia y amenazas de censura. El gobierno está otra vez contra las cuerdas.
En esta situación, el Ejecutivo debería tener una estrategia política, pero no hay nada y se deja llevar por las circunstancias.
Creo que el gobierno tiene, en general, dos caminos: uno es llegar a un choque frontal y eventualmente plantear una cuestión de confianza o tomar una decisión audaz e indultar a Alberto Fujimori para tratar de bajar las tensiones por lo menos en el curso de los próximos meses. Es la confrontación o la conciliación.
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